¿Llega la nieve?

Se veía venir. Ya este fin de semana lo barruntaba el ganado. Mucho antes que nosotros. Por los Santos la nieve en los altos y por San Andrés en los píes, dice el refrán. Eso era antes, digo yo. Y es que anda la gente ya liada con el tema del puente en espera de que empiezen a caer las primeras nevadas copiosas que abran la veda de las estaciones de esquí. Se acercan los días de montar bacas fashion en el coche -¿por qué algunos no las quitan hasta el verano, si solo van a esquiar en Navidades?- de encerar los esquís (o esquíes) y de desempolvar el plumífero a ver si la polilla, amparada por la oscuridad del trastero y con alevosía, no se ha apoderado de nuestra prenda. ¿No pusiste bolitas de alcanfor?. Joder, se me olvido; pero no importa. He visto un norfeis muy chulo que ha salido esta temporada.

Yo nunca he esquiado y reconozco que, de una forma inconsciente y sin darle muchas vueltas asocio el esqui de pista a pijerío, el esqui de travesía a aventura y el esqui de fondo a darse mucha caña. Lo que si megusta es el rollo de las raquetas. Al trote cochinero y con bastones. Simple que es uno. Y un día de estos tendré que probar. Y cuando lo haga prometo probar las 3 variedades. Camaleónico. Abierto a todo. A casí todo. Pero primero tiene que nevar.