miércoles, 26 de diciembre de 2012

Volver a escribir

Hola a todos los que aún estáis por ahí. Solo felicitar las fiestas y poner por escrito mi intención de volver a escribir en este blog en el próximo año....esa es la idea !
Cosas siguen pasando y parece que además vuelven las ganas de contarlas (con más o menos adornos). Veamos.

Un abrazo fuerte!

viernes, 3 de agosto de 2012

La Porta del Cel (al revés)

Llegamos el sábado a las 20:18. No había hecho más que sentarme junto a  la tienda de campaña, cansado pero contento, y recordé perfectamente como hace 2 años a esas horas me aseguraba a mi y al que me quería oir que no volvería a hacer esa ruta de otra forma que no fuera "tranquilo". Me reía ahora, mientras bebía cerveza, porque desde entonces no había fallado ningún año. Y esta tercera vez quise probar haciendo la ruta al revés. Antihorario. Empezando desde el camping Bordes de Graus, subiendo la Pica d'Estats por el lado de Vallferrera y dejar el Pico Certascán como último premio del día. He de reconocer que desde el principio no me faltó gente al lado para acompañarme pero por causas ajenas a mis amigos nos quedamos solo dos: Txomin y yo. Gracias Jaume. Gracias Jordi.
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24 horas antes tronaba y jarreaba con ganas sobre nuestras cabezas mientras haciamos el cuento de la lechera con la hora de salida. Y nos fuimos a dormir, o mejor, a tumbarnos y esperar que dejara de llover. Habiamos cerrado las 4 como hora de salida y os aseguro que a las 3:15 llovía sobre la tienda. Pero la magia del momento abrió un claro poco antes de la hora "oficial" y a las 4:10 saliamos con la mochila llena de ilusión, chubasqueros y ropa de recambio. Unos por la ruta habitual, el vasco y yo hacia el otro lado.
La bajada del camping a Tavascán nos dejó los pies calados de la hierba mojada y la sensación de velocidad y bienestar que da empezar cuesta abajo. Es cruzar el pueblo y comenzar a subir. Mantenemos los pies mojados pero ya empezamos a resoplar. La subida se lleva con alegría y charleta, a la luz de los frontales y al calor de la amistad. A medida que subimos hacia roca Cigalera no nos cuesta encontrar la cabaña de Boldis a nuestra izquierda. Primer punto de sellar la tarjeta. Y con las primeras luces nos acercamos a la primera bajada delicada hacia Baborte y Vallferrera. Piedras mojadas con las que no sirven trucos. Si pisas y resbala te vas a al suelo. En esta "ruleta rusa" hay 4 balas en el revólver. No hay zapatilla que se agarre a un buen musgo humedo o a una raiz de pino pulida por las pisadas y a medio enterrar. Pero, ¿quién no corre en bajadas? Ya vendrá luego la subida para caminar,bastonear y lamer heridas...
A las 8:30 damos los buenos días a los más madrugadores del parking de Vallferrera y diez minutos después sellamos en el refugio. No nos entretenemos mucho porque le tenemos ganas, muchas ganas, a la Pica d'Estats. Agua. Salimos.
Lo que hasta ahora yo conocía como bajada corredora se transforma en flanqueo entretenido del valle y falsos llanos que van castigando si aprietas.Collejas montañeras que te van preparando para la pedrera de subida al port de Sotllo. Momento delicado del día para mi donde Txomín asume el mando y me lleva casi en brazos hasta arriba. La bajada por los neveros y la re-subida por detrás a la Pica es impresionante y no quieres parar hasta arriba. Esa es la actitud, ese es el reto, ese el siguiente punto de sellado. Cima 11:30. Es la hora perfecta para una foto, un cabezazo a la cruz del vasco que nos obliga a enderezarla después y un guiño de complicidad como inicio del descenso.

'Trotandamos' hasta Pinet y recuperamos el aliento y la conversación que nos dejamos en los repechos del 3.000 que acabamos de coronar. Niebla. Entra y sale. Tapa y enseña. Enfría y templa. Desde este refugio y con el sello puesto encaramos la parte delicada y menos marcada. Tenemos dos subeibaja antes de la gran subida final al pico Certascan. Vamos bien, confiados. Nos cruzamos con la gente que ha salido con nosotros que se han separado en 3 grupos y cambiamos impresiones. Pararse, hablar, ver la cara de los compañeros, risas, nervios, montaña pura. Seguimos a un grupo numeroso de lejos y nos distraemos. Fiados en la coloraina de gente que nos precede en Pointe de Recós nos olvidamos del track y de las marcas y nos desviamos de la ruta. No nos perdemos. Peor aún. Sabemos que estamos haciendo más de lo que nos toca. Pero hay que hacerlo. No marcha atrás. ¿Cabezones? Demasiado. La ruta original y la que llevamos sabemos que coinciden en el mismo GR pero nosotros hemos cogido el lado largo del triangulo que forman las dos lineas en el mapa con el GR. El sitio es espectacular y si te olvidas del crono casi es una suerte poder hacer unos kilómetros más. Así lo enfocamos. Y desde aquí nos volvemos a animar. O casi.
Con el GR entre las piernas y alrededor de 45'extra encaramos la subida al Port de l'Artiga que, aún y siendo dura por los grandes bloques de piedra, queda como 'amiga' trás bajar por el otro lado. Tramo lento, con cuidado, seco pero complicado de pisar. Hierbas que resbalan, piedras que se mueven, revirado. Imposible correr.... Pero al final llegan los lagos. La parte final, la gran última subida con parada en el refugio de Certascán y final en el pico del mismo nombre.
El ritmo ya no es fresco ni suelto. Las piernas acumulan cansancio y bordeando lagos buscamos llegar al refugio de Alejandro (esperamos que por mucho tiempo!!) donde nos darán el último empujón que nos falta. Son unas 13h de las que salimos y las nubes vuelven a colocarse sobre nosotros y como boina del pico Certascán. La gente del refugio no nos falla. Sellamos, cogemos agua, comemos algo y 'nos cambian las pilas'.Salimos renovados camino de la última baliza en el pico Certascán. No hay tiempo, amenaza tormenta y antes tenemos que subir a 2.852 m. El revulsivo nos permite hacer cima 65' más tarde y devuelve la sonrisa de un trabajo bien hecho. De aquí al camping y final de ruta solo dejarse caer. Todo lo que seamos capaces de correr es tiempo que ahorramos. Y corremos. Vaya si corremos. Insinuantes gotas en la mejilla y manos que no van a más nos acompañan en el último trozo. Trotamos y corremos. Apenas se anda. ¿De dónde sañlen las fuerzas? Misterio. Pendientes el uno del otro nos regalamos un último tramo vaciando lo que nos queda. Y cuando cruzamos el puente del riachuelo junto al camping nos reagrupamos, nos felicitamos, nos sentimos afortunados.Subimos hasta el reloj del final y hacemos de la llegada una fiesta. Nuestra fiesta. Aquí estamos. No necesitamos más !!

La Porta del Cel es alta montaña y nos sentimos afortunados de volver a estar 16hypico después en el punto de partida. Montaña de verdad, compañía de la buena, fuerzas que responden. Triangulo de la felicidad. Buen verano, amigos !!

sábado, 7 de julio de 2012

Montañas

Pasos largos. Pasos cortos. En una dirección. En la contraria. Ahora has de subir. Luego bajas. Parece no tener sentido. Un golpe de cadera es la diferencia entre andar y echar a correr. Una mirada atrás el aliciente para no parar. Y un recuerdo. El pensamiento de alguien que te sopla al oido puede más que el calor, la pendiente o el cansancio. Sin olvidar que nada dura para siempre. Y menos las fuerzas.
Un día soñé que llevaba pilas alcalinas. Otro día que era un gran tractor diesel. Pero cuándo sales ahí fuera, de noche o de día, lo que te mueve son las ganas. Si. Se ha de comer y beber pero vivimos de ilusión. Nos llenamos el deposito de retos.Somos lo que son nuestros proyectos. Poco más. Arquitectos de nuestras vidas que diseñamos planos sobre una mesa de trabajo que, en mi caso, es la montaña. Y del plano al terreno. A construir. A disfrutar. A dejar poso.
No os dejéis liar. Esto es lo que hay y somos lo que somos. Paso que das, paso que te quedas. Sonrisa que esbozas, sonrisa que regalas. Cerveza que te bebes, rato que te llevas. Más montaña...

viernes, 8 de junio de 2012

Extrememan Salou, os lo debìa

No escribo mucho. Ni aquì ni en otro sitio. Pero algo del primer dorsal gordo de este año tenìa que contaros. Estoy en ello, pero comienza asì... A mi no había otra forma de pillarme en Salou. Ni de fiesta, ni por la playa, ni siquiera con Port Aventura. Y para ser más concreto, lo que de verdad me atrajo de esta prueba distancia ironman fue el circuito de bici: a priori exigente... y sobre el terreno más. Y visto ahora en perspectiva podría haber sido todavía más -perdonad el calificativo- cabroncete si un sol de justicia nos hubiése acompañado. Después de los aproximadamente 2.800 kms de carrera a pie de 2011 decidí darle un respiro a mi quiste de menisco y buscar un triatlón LD. Con esto tendría que gastar los sábados y algunas tardes sobre la bici y mi rodilla izquierda me lo agradecería. Busque algo cerca de casa, sin aviones, con poca gente y circuito de bici duro. Si podía ser nadar en mar y en dos vueltas, mejor. ¿Carrera? Lo que hubiera si cumplía los requisitos de antes. Y ahí apareció Extrememan Salou, el 3 de junio con su mar, su bici por el macizo del Montsant y el Priorat y su carrera...por paseo marítimo. Todo esto me pasaba por la cabeza mientras embadurnado en vaselina me deslizaba dentro de un neopreno que habrá que ir pensando en renovar. Saltando de viejos reconocidos a nuevos conocidos caminamos hasta la playa para esperar los cañonazos de salida. Hora 6.30 AM, agua algo movida y cielo nublado. Una natación limpia de golpes y algo más corta de metros de lo esperado me vuelve a mostrar carencias en un medio que no es el mio. Y disfruté. Os aseguro que esta vez me senti durante algún momento que incluso deslizaba sin mucha resistencia. Es el mar, es aire libre, es con neopreno… Nada que ver con la piscina. “Alrededor de una hora”, oí decir a alguienen la carpa de la T1 (hice la prueba “a muñeca libre”) y ya supe que no había sido yo, sino los metros, los que tenían la culpa de esa marca. ¡¡Cachis!!
Una ordenada transición me deja subido en una bici que se queja de pocas horas juntos antes del gran día, bajo un cielo que escupía gotas de agua cada vez más gordas. Calor. Ahora solo había que buscar ese ritmo que nos llevase hasta el km150 para luego sacar de donde estuviera el resto que no había sido entrenado. Y así fue. La primera subida a La Mussara dosficando y pasando gente bajo una fina lluvia. Un plano largo y en soledad para bajar rápido pero prudente hasta donde comienzan los dientes de sierra del resto del recorrido. Una sierra mellada con tres colmillos que se clavaban en las piernas cada vez más a medida que pasaban los kilómetros/tiempo (a escoger). Desde el punto de vista de mis cuadriceps remarcar los 6 kms de subida a la Figuera, tendidos pero inmisericordes. Vueltas y revueltas dibujando el perfil de un puertecillo que no te enseñaba la siguiente curva hasta que no estabas en ella. La tachuelita de Gratallops: hay que subirla, no puedo explicarse. Veneno puro para las patas justo antes del km 120. Y el último puerto de 6 kms (2+4) que hacía más daño por lo que llevabas que por lo que te quedaba. Y de ahí con lagrimas en los ojos primero por el esfuerzo hecho y luego por el aire de cara sin dejar de dar pedales hasta volver a dejar la bici en su sitio unas 6h30′ después. Más tiempo que en Lanzarote. No digo más.
La T2 no fue lenta pero si más tranquila que la T1. No tener que quitarse el neopreno hace que tome otro cariz en cuanto a manejo de archiperres. Y ese cuidado especial de no dejarse nada ni llevarse nada de más para el último tramo. ¿Me cambio de ropa o no? ¿Y los calcetines? ¿Cojo algún gel?… Ya bajo el solete, por paseo marítimo y con alguna molestia en la espalda (que desaparecieron antes del primer km) salí a correr con una idea clara: correr toda la maratón solo andando, para poder hidratarme, bien en los avituallamientos. Y con el horrible número de 4 vueltas (algunos sabéis que prefiero 3 o 5) en la cabeza marqué un ritmo bueno pero sin forzar. Tenía claro donde estaba mi objetivo. Y por sensaciones pero sin tiempos puedo casi asegurar que clavé los tiempos de todas la vueltas. Sufriendo mucho en la parte larga del recorrido (La Pineda) para no aflojar pero recuperando en la corta. Superando gente. Disfrutando de esa sensación que da apretar un poco, ver que así no llegas y aflojar pero quedándote algo por encima de donde estabas. Kilómetro a kilómetro. Vuelta a vuelta. Cruce a cruce con amigos. Todo pasa al final en un suspiro, un largo suspiro que me dejó exhausto en meta trás 11h00’04”. Exhausto, contento, satisfecho, rodeado de gente, esta vez con la familia, amigos. Contento y satisfecho pero con ganas de más… Cuando llego a este punto nunca sé explicarlo. Las dos mejores opciones para entenderlo son: leerlo en mi cara o hacer un ironman. ¡Vosotros escogéis!

Gracias a Demonfit Vivegredos y a todos los que de una forma u otra me han dado algún empujocito para llegar a esa meta. Sabéis que esta vez no ha sido fácil.

martes, 6 de marzo de 2012

Yo 40... y en el Espadán 42

Trás salir de la ducha y después de coger al 4 por la pechera, levantarle a un palmo del suelo y hablarle clarito, le pedí que me vaya presentado a todos sus amigos (del 0 al 9), sin pausa pero sin prisa, uno cada año. Ahora ya nos llevamos bastante mejor....
...pero para atreverme con el 4 la mañana de mi cumple ya le había apretado las tuercas a un maratón de montaña 5 días antes. Podéis leer en el infierno de los Demonfit como fue mi última carrera como "señor senior".


sábado, 18 de febrero de 2012

Conozco un lugar...

En aquel lugar especial donde te escondes, cuando la cosa se pone fea, no hay árboles frondosos ni verdes praderas. Por allí no fluyen cristalinos arroyos de montaña ni te rodean nevadas cumbres. Tampoco hay montañas de basura, por suerte. En aquel rincón secreto donde te atrincheras y te pones en cuclillas hasta casi desaparecer no encuentras impresionantes acantilados ni inabarcables valles. No descubres -porque no los hay- secretos enterrados ni cuevas mágicas. En ese pequeño espacio donde escapas cuando quieres olvidarte de todo y que todos se olviden de ti, nadie sonríe todo el rato ni se oyen palabras dulces. Tampoco hay malos caretos, ni gritos, ni voces. Tampoco esta lleno de tías buenas ni de cajas de cervezas. Ese hueco donde solo cabes tú...tú y tu cuerda locura, tu inexplicable rareza, tu tierna, pero ruda, sencillez castellana tiene un nombre. O varios.
Y vas a él y vuelves. Y eres grande cuando de vuelta de tan preciado lugar la gente que te quiere lo nota en tus ojos, en tus abrazos, en tus palabras. Eres grande cuando eres capaz de dosificarlo en la justa medida para no secar el pozo, para no inundar el agujero, para no hundir el tejado. Ese sitio, tan parecido y tan distinto al de todos vosotros para mi se llama "entreno".

lunes, 30 de enero de 2012

Otra vez novato en algo

Cuando terminas tu primer maratón...da igual cuantos miles de humanos hayan acabado antes. Es tu PRIMER maratón.
Cuando gastas tu PRIMERA nómina, no importa cuantas más cobrarás después ni en lo que las gastarás.
Cuando cruzas la meta de tu PRIMER ironman (odio lo de "finisher", por cierto) da igual el puesto en el que lo hagas. Para ti y lo tuyos TU eres el campeón.
Cuando eres padre por PRIMERA vez no piensas en lo que te queda por delante. Eres el hombre más feliz del mundo.
No hay segundas oportunidades para una PRIMERA vez...por eso esta noche TODOS en casa esperamos al ratoncito Pérez.




jueves, 26 de enero de 2012

Ou, ou, ou...a Salou !!

La excusa de más peso es no machacar tanto las rodillas. Liberar un poco los meniscos que en 2011 se han llevado unos cuantos kilómetros más de los que les tocaban. Y no esta uno ya para muchas "meniscadas".
Otra excusa podría ser desempolvar la bici y que el sol (o el agua) le acaricien el lomo. A ella y a mi. Para aguantar mis gayumbos secándose al lado del radiador cuando fuera llueve va bien el acople pero...la idea era otra cuando lo compré.
Tercera excusa: ¿qué es esa bolsa dentro del armario que huele a goma? Coño, un neopreno !
Y hay más pero prefiero quedármelas para mi porque algunas no sirven nada más que para el que las ha inventado...y ni eso.
Apuntado estoy, como resumen, a un ironman que tendrá lugar en Salou el 3 de junio: Extrememan se llama. Y quedáis todos invitados (tenéis todo el día) a pasaros por allí y saludar. Eso si, hasta el final no pienso firmar autógrafos.
A partir del lunes nos ponemos manos a la obra (o mejor dicho, al cloro) y pies a los pedales con esos ratitos tan "agradables" de piscina y, llegado el fin de semana, cienes y cienes de kilómetros de bici.
Esta foto no tiene nada que ver con lo que he escrito pero...me gusta como ha quedado !

lunes, 23 de enero de 2012

Magia (sin magos)

Atravesar los tunels de Bracons en dirección de Vic a Olot siempre me han producido una sensación placentera dificil de describir. Es como aquellos dibujos en los que cruzar la cortina de agua de una cascada daba acceso a un valle verde, paradisiaco, lleno de dinosaurios y con una vegetación exhuberante. Un vergel donde, al final, había que escoger entre quedarse o volver...ahí es ná el dilema !
Si además este asalto al paraiso lo perpetras a las 4:00 AM añades un toque épico al día. Pero la magia del momento estaría incompleta si no hay alguien que te abra de par en par las puertas de la Vall d'en Bass. Y esto suele ocurrir una vez al año solamente. O estás o te lo pierdes.
Si, una vez al año, nuestro Gandalf Artigas nos coge de la mano y nos pasea por sitios increibles que nunca pensarías que existen. Enhebra con un hilo fino y kilómetro a kilómetro rincones escondidos a la mayoría de humanos y, jugando a saltar de la Garrotxa a Osona y de Osona a la Garrotxa, nos permite olvidarnos de seguir un track o un mapa, centrándonos solamente en disfrutar del paisaje y de los amigos. Solo las luces de los frontales a primera hora rompen la paz de una noche agarrada a las ramas de unos arboles que, cubiertos de escarcha, esperan como nosotros el calor de sol. Ladra un perro lejano. Y un estrecho sendero por el que tienes la sensación de ser el primero en pasar te lleva a visualizar un amanecer donde desayunamos una mezcla de sol y niebla que nos deja mudos. La alfombra de hojarasca amotigua las pisadas para que no dañen el terreno. Y poco a poco, te vas llenando de todo lo que te rodea y no puedes evitar pensar en la gente con la que te gustaría compartir todo aquello. Porque eso es para mi "echar de menos". Bajas caminos que llevan a subidas. Subes a sitios de los que bajas por escaleras. Trotas por prados de hierba con brochazos de nieve. De todo...y todo espectacular !


Esta vez son todos los que están pero no están todos los que son.
Y a medida que va llegando el final acortas el paso de una manera incosciente, como si no quisieras acabar. De una manera parecida a ese trozo de tarta tan sabrosa en la que cada vez que lanzas el cuchillo cortas un pedazo más pequeño, como buscando que dure siempre. Miras a la gente. Y te ves reflejado en ellos. Y tienes claro que, más o menos, estas siendo feliz.


"Por tres mil vidas de hombres he morado en esta tierra... y ahora me falta tiempo"
Gandalf (El señor de los Anillos)

martes, 17 de enero de 2012

Tengo un amigo que...

...no sabía muy bien como enfocar lo que tenía por delante pero tampoco se preocupó en exceso. Desde que la familia era un factor importante (que él había decidido introducir como tal) en su vida, proyectarse en el futuro deportivo se había hecho un pelín más complicado. Abrió una cerveza y la alimento con sus pensamientos. Como había poca cerveza o demasiado que pensar tuvo que tirar de la anilla otra. Y por seguir abriendo, desplegó su agenda de 2012 donde a lo largo del año anterior iba apuntando todo lo que le apetecería hacer. No intentó cuadrar nada. Solo se dejó llevar. Se movió por los meses con la soltura de alguien que no es la primera vez que lo hace. Paseó a la familia por muchos sitios. Los montó en el coche. A veces con bici, a veces sin ella. Los acostó en tienda de campaña y en hotelito de montaña. Los llevó a comer a una sidrería y los invitó a desayunar mirando al mar. Algún viaje lo hizo solo. Y poco a poco, como los juegos de niños que consisten en unir puntos fue haciendo una figura difusa que para él era preciosa, única, apasionante.
Y una vez más jugó a mezclar agua con aceite y marcó en amarillo fosforito la maratón de montaña de Vall del Congost, y el ironman de Salou, y el ultratrail Matxicots, y (quizás) Zegama o CBXR, y porque no GTPeñalara... y no se quiso dejar tri de Balaguer, ni Andorra, y algo largo de asfalto y Pirineos en verano. Luego, con mucho cuidado, le paso una línea más fina que las demás al MontBlanc.
Apuró lo que quedaba de cerveza, cerró la agenda y mientras hacía un corto enguaje para que el frescor de la cerveza llegara a cada rincón de su boca se dio cuenta que había mucho, quizás demasiado, que le gustaría meter al zurrón de este año.
"Lo mejor de todo es lo claro que tengo lo que no quiero hacer. De lo que quiero hacer me sobra. Poco a poco", pensó. Y se fue a contarle a su hija un cuento de buenas noches.