lunes, 29 de noviembre de 2010

Corro Jímenez

Jodo que patilluca molona me esta creciendo de arriba pabajo. Esta el artista mu'dejao ultimamente... Así se me afila el jeto y soy más aerodinámico (nariz mediante).

.

Llueve fino. Alfileres racheados que se clavan en la cara con el mar a derechas y empujan por la espalda con el mar a izquierdas. Ni pizca de frío. Fuerzo un paseo como primera toma de contacto para auyentar las ganas. No iba a salir. De verdad que no. Pero las tardes en el exilio laboral son largas y esta noche nada me obliga a estar viendo fútbol hasta medianoche. No lo pienses que es peor.... Abro el compartimento secreto de la maleta y saco los trastos de matar. De corto (y bien corto) abajo y manga larga arriba. ¿Chubasquero? Si. Tres. En casa todos. Viserita guays de 1 €. En 10' soy el puto amo del paseo marítimo. Las luces no impiden pisar los charcos que yo tampoco me esfuerzo en esquivar. Encantado. No, el gusto es mío. Y los patinazos también. Una hora larga entre ir y volver, volver a ir y volver a volver. Paro. ¿Sudo? Sonrío.

Y con el agua metida dentro de la carcasa lo único que me falta es pisar la arena humeda de la playa mientras otro loco, este con una tabla de surf, intenta domar olas. Hay gente pa'tó !

viernes, 26 de noviembre de 2010

Compartir

Todos tenemos la necesidad de compartir lo que nos pasa (o lo que no nos pasa), lo que nos ocupa y lo que nos preocupa, lo que nos mueve y lo que nos detiene, lo que nos lleva y lo que nos trae... Todo.
A lo largo de todos estos años alejado del deporteenequipo he avanzado mucho en la línea de compartir-conmigo-mismo en detrimento de compartir-con-otros. Y eso quizás me haya hecho un poco más huraño en el trato social (deportivo), una isla flotante que lleva una féliz deriva en sus entrenamientos y carreras, la mayoría en soledad buscada. Pero reconozco que trotar con un amigo hace que recupere el gusto por compartir-con-otros lo que pasa entre mis dos orejas a golpe de neurona. Y eso no implica largas charlas ni profundas discusiones. Igual que tirado en un sofá junto a alquien querido compartes un agradable rato de tele, galopando desbocado por un camino estrecho también lo haces. O brindando con una buena jarra de cerveza y sonriendo espontaneamente cuando la espuma salta desde dentro.
Eso si. Seamos conscientes que no todos valemos para compartir todo con todos. Y vuelvo a reivindicar que no siempre hace falta alguien enfrente/al lado para compartir. A veces lo que necesitamos (necesito) es oir esos golpes en el suelo que dan las zapatillas al correr y sentir que son tuyos. O escuchar esa respiración apurada y reconocerla en tu esfuerzo por ir un poco más rápido que hace unos días. O aflojar y acelerar porque estas pensando en cosas que te ponen como una moto o te relajan igual que un buen masaje.

Y todo esto, ¿por qué? Por nada. El fin de semana pasado corrí bien acompañado y fue especial (por la compañía, no por estar acompañado). Ayer, después de volver de Valencia corrí solo. Los dos días compartí. Nunca lo mismo. Pero en ambos casos el hecho de hacerlo me llevó a ser un poco más feliz. Por eso lo comparto aquí...

jueves, 18 de noviembre de 2010

¿Solo fiebre?

Sacó a pasear un deseo con la idea de convertirlo en una realidad. Con el mismo mimo que algunos sacan a su perro a la montaña pero con la misma prudencia que otros vuelcan sus entrañas en una reunión de amigos. El delirio de una noche de fiebre alta le había conducido por extraños (y a la vez apasionantes) vericuetos que no llevaban a ningún sitio pero que hacían intuir un algo. ¿Comenzó antes el dolor de cabeza o fué la calentura? ¡¡ Qué más da ahora!!
Un solo café solo (y solo) mirando al mar, ya con la corbata estrangulando al cuello sirvió para asentar el revuelo interno. Dentro del pantalón la rodilla izquierda quería decir algo pero el ruido de platos y tazas amortiguaba la queja. Fué y volvió varias veces con la vista hasta donde termina el agua salada. Mismo viaje, mismas preguntas sin respuesta: ¿Son mucho 6 horas? ¿Es poco 3 kmsipico ? ¿Qué supondría no acabar? ¿Y después qué?
Sigo con fiebre y no acabo de ver claro. Quizás sea lo mejor, quizás una forma de mimetizar la realidad tan buena como otras, quizás la excusa que necesito para echar adelante ese deseo y volverlo (o intentar volverlo) realidad... Os lo cuento pronto !

sábado, 13 de noviembre de 2010

Noches

No me gusta que las noches se (me) hagan largas. Señal de que no duermo bien -o si estas de fiesta, señal de que no has acertado con la compañía-. No me gusta dar vueltas y vueltas sobre mi mismo buscando una postura cómoda que no está en la cama sino en mi cabeza. Señal de que no estoy tranquilo. No me gusta susurrar a la almohada mil juramentos por no ser capaz de desconectar de todo y dejarme ir. Señal de que no estoy agusto con algo o conmigo mismo.
Y aunque tarda, llega la hora de ponerse en pie y el cuerpo sufre una resaca de una materia gris demasiado activa durante la noche. Los ojos escuecen como si el humo de una discoteca les hubiese bañado durante horas mientras te abrazas un(os) gintonic. Pero lo peor de todo, cuando pasan estan noches, es esa sensación de "y todo eso para qué". Porque es un duermevela que no aporta soluciones a nada. La sensación de venir de otra realidad es brutal cuando te levantas. Los fantasmas desaparecen y las soluciones se ven más asequibles. Es como si con la vuelta a la vida de todo lo que nos rodea todo fuera más... menos... de otra forma.

Prefiero las noches cortas. Si. Jode mucho que suene el despertador y pensar "¿Ya está? ¿Ya toca levantarse? Pero si me acabo de estirar..." Y mientras saltas de la cama notas el cuerpo agil, la mente despejada y un hambre en la barriga que te anima a comerte el mundo...Todo te parece asequible mientras la ducha te cae encima y la mente abandona el cuerpo y se pone en marcha mientras tu todavía te afeitas. La noche se ha hecho corta pero el día que la sigue es más corto aún, y más aprovechado, y más mejor. Y uno tras otro van pasando los minutos con la sensación que no dejas pasar ni uno sin ser un poco más feliz.

La pena es que no se puede escoger...con lo fácil que parece.

domingo, 7 de noviembre de 2010

La diFErencia

Desde la ventana de casa....¿que diferencia hay entre estas 2 fotos?
Todavía estoy impactao por el despliegue de medios. No se si la fe mueve montañas pero lo que si mueve son policías, audis blindados y algún que otro fiel.