miércoles, 16 de febrero de 2011

El viernes...gaupasa

Hay nervios. Mezclados con ilusión por probar, con incertidumbre por ver si soy capaz, con emoción por vivirlo. No se que ponerme ( uissss ! ), como dosificar bocatas y esfuerzos, que tal asimilaré tantas horas de noche y frontal. Hay más sensaciones dentro pero las noto como nuevas, no las conozco aún. Mola. Espero saborearlas durante y después-de... Buen coctel y esperemos que no salga explosivo.
La última vez que conté por encima de la centena fue en la maratón de Can Dragó y sus 105 vueltas a la pista de atletismo. Esta vez contaré kilómetros. Pasar de 100 es el único punto en común que tiene con lo que llega este viernes: Ultra Trail del Garraf .
A tener en cuenta:
- Según los organizadores son unos 107 km con algo más de 3.600 m de desnivel positivo.
- Sin dorsal ;-)
- Salida hacia medianoche del viernes al sábado. No importa hora exacta, cuando estemos todos.
- Regimen de autosuficiencia (intentar) solo repostando agua. Por si acaso hay coches de apoyo en puntos de la ruta.
- Ritmo medio 7,5 kms/h (vendrá otro grupo por detrás a aprox. 5 kms/h).
- Nadie se queda solo.
- Hay que divertirse -como nosotros sabemos-.
Dormid tranquilos, ya cuidamos nosotros la peazo de luna que, espero, nos acompañe en las peores horas del viaje. Salud y (esta vez si) muchos kilómetros.
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domingo, 13 de febrero de 2011

Batalla en el Congost

Amanece en Aiguafreda un sábado más. Como lo hizo el anterior y como lo hará el próximo. Pero este sábado seremos testigos de una batalla sin cuartel entre un sol que aprieta con fuerza y una niebla que resiste con uñas y dientes. A las 6:50AM ya estamos nerviosos por salir. Poco frio, muchas ganas, piernas frenadas y corazones con ganas de subir de revoluciones. Mucha gente, algunos amigos y también algunos desconocidos -hasta hoy. Ganas de compartir lo que nos une. A nadie se le pide más.
El rato que trotamos de noche nos sirve para coger altura y ser testigos de este bello y a la vez duro enfrentamiento. Los senderos y riachuelos que dibujan la geografía de la maratón de la Vall del Congost son el botín para el ganador. Solo puede ser uno. Mientras, un buen puñado de corredores hacen apuestas acerca del resultado final. Todos somos partidarios de un sol al que vemos flojear cuando intenta bajar al valle. La niebla, agarrada a las copas de los arboles se hace fuerte y rechaza los envites del astro rey. Cuando el camino nos lleva a subir, ahogándonos en nuestro esfuerzo sin piedad, el sol acaricia nuestras cabezas cubiertas de escarcha. Cuando trotamos ladera abajo, dejándonos caer, nos sumergimos en una atmósfera fresca y humeda que deja el sudor perlado. Otra vez arriba. La niebla no deja ni un resquicio por donde el sol cuele sus rayos más madrugadores. Pisamos nieve, resbalamos sobre el hielo. Esta vez no nos hundimos al correr sobre un barro rígido. A pesar de todo sabemos que la niebla solo puede aguantar unas horas. El paso del tiempo favorece a nuestro aliado. Y mientras... pasan los kilómetros y nos vamos acercando al lugar de encuentro, parada obligada, de todos los grupos. Alrededor de la mesa de Can Vellber todos somos iguales. Con el almuerzo celebramos el triunfo de aquel que, siendo ahora aliado, en verano se convierte en enemigo. Hay que celebrar. Siempre. Y después volver a donde todo comenzó, en mi caso casi 6 h antes. Después de 32 km que, aunque me llevan al punto del que salí, lo hacen dejando unas piernas sucias, un cuerpo cansado y un tio un poquito más feliz que cuando sónó el despertado. Salud compañeros !
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jueves, 10 de febrero de 2011

Lo que tenía que ser...fue. ¡ Me alegro !

Todavía olía a la polvora del trabuzaco de salida y ya se escapó mi liebre. Antes de la primera rotonda, ni un kilómetro en las suelas. Primero tensé la cuerda, luego estiré la goma y al final la visión de su chepa se hizo borrosa al alejarse dentro del grupo de la 1h15'. Objetivo ambicioso, ya lo había dicho. Se intentó.
Nunca había pasado tanto calor en una media maratón de febrero. Alucinante. Me faltó agua y os aseguro que en otra vida he sido dromedario. Tres avituallamientos en un día normal de invierno serían suficientes pero con el calor del domingo...corto. No busco excusas porque no las hay. Lo que hay son causas: entrenar poco. Así de claro.
Se me escapó el crono pero no la ilusión. Ni un parcial dentro de lo previsto pero una mente prodigiosa que enfocaba a lo positivo y, desde dentro estiraba los músculos de la cara y me hacían sonreir.
Si, se me hizo larga. Más de lo que marcó el crono de meta. 1h19'08'' (Amigo Aja hizo bien los deberes) que sirven de repisa para intentar un salto hacia arriba y volver a intentar bajar marca. Pero eso será el año que viene. Ahora cambiamos a algo totalmente distinto. El día 18 febrero a las 0:00h y en autosuficiencia primer intento a 100 kms por el Garraf. Sin dorsal, con buena compañía -escribiré un día de estos en detalle-. Nuevas experiencias, nuevas sensaciones. Sentirse vivo.

sábado, 5 de febrero de 2011

Veneno en los pies

Las semanas pasan rápido, muy rápido...como si estuvieramos haciendo series de vivir.
Da vértigo.
Hace 7 días ya que estuvimos en Andorra y, sin conseguir todavía filtrar y ordenar todas las emociones de la mezcla amigos+nieve+montaña ya estoy a punto de colgarme un dorsal en el pecho. Si. Mañana correré la media maratón de Granollers (ya sabéis: una al año) con mucha ambición que, por unas cosas u otras, no lleva detrás todo el soporte de entrenos que debería. No importa. Lo que salga, bueno será. Yo a apretar y punto. Tengo claro que el asfalto además de muy desagradecido es a la vez tremendamente injusto y una carrera de estas te puede devolver las horas de esfuerzo -muchas o menos- en forma de sopapo o de caricia. Todo en esta vida no es un punto aislado sino una trayectoria proyectada.
De la salida a la meta pueden pasar de todo y quiero que todo sea bueno. Veremos. Porque también quiero notar como arden las piernas a medida que pasan los kilómetros y quiero sentir en la boca ese sabor a esfuerzo y lucha. Esa sensación de oidos taponados y ruido sordo de personas entre la que te has colado para regalarte un rato de castigo. Y cuando pare el crono mirar alrededor y ver más gente de corto con 21 kms-y-algo grabados a fuego en la cara, moviéndose como zombies por la zona de descanso, que no intercambian palabras porque no salen y las sustituyen por abrazos y sonrisas a todos los que les rodean. Salud !