sábado, 7 de julio de 2012

Montañas

Pasos largos. Pasos cortos. En una dirección. En la contraria. Ahora has de subir. Luego bajas. Parece no tener sentido. Un golpe de cadera es la diferencia entre andar y echar a correr. Una mirada atrás el aliciente para no parar. Y un recuerdo. El pensamiento de alguien que te sopla al oido puede más que el calor, la pendiente o el cansancio. Sin olvidar que nada dura para siempre. Y menos las fuerzas.
Un día soñé que llevaba pilas alcalinas. Otro día que era un gran tractor diesel. Pero cuándo sales ahí fuera, de noche o de día, lo que te mueve son las ganas. Si. Se ha de comer y beber pero vivimos de ilusión. Nos llenamos el deposito de retos.Somos lo que son nuestros proyectos. Poco más. Arquitectos de nuestras vidas que diseñamos planos sobre una mesa de trabajo que, en mi caso, es la montaña. Y del plano al terreno. A construir. A disfrutar. A dejar poso.
No os dejéis liar. Esto es lo que hay y somos lo que somos. Paso que das, paso que te quedas. Sonrisa que esbozas, sonrisa que regalas. Cerveza que te bebes, rato que te llevas. Más montaña...