domingo, 28 de diciembre de 2008

¿Ciática?

Llevo 3 días con algo que se parece bastante a ciática. Entre medias hemos cambiado el pesebre (no el de navidad, sino el gastronómico) de Barcelona a El Barco de Avila. Cosas de estas fechas. Andando bien, doblarse jodido y correr imposible, o casi. Hoy parece que me encuentro algo mejor pero...poco a poco. Estirando mucho y probando. Como siempre, intento buscar la causa de cualquier molestia. Ahora mismo no la encuentro. Este cable de acero que tira desde media espalda hasta detrás de la rodilla en la pierna derecha. Estos pinchazos en el culo y este dolor agudo no tienen causa aparente en mi memoria. Solo el montón de kilómetros que llevo en coche los dos últimos meses pueden dar algo de luz al problema. Y así estoy. A velocidad de caracol y notando que la cosa mejora, pero despacio. Hoy tenía dorsal para la San Silvestre charra pero me lo estoy pensando. Salir fuerte: no. Salir despacio: quizás. Quedan 3 horas y 90 kms....seguimos desayunándo y dándole vueltas. ¡¡ Si es que no hay que parar, mi sargento !!
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foto de mis nenas en uno de los sitios donde más tiempo paso ultimamente...los columpios ;-)

viernes, 26 de diciembre de 2008

26 de diciembre

Padre no llevaba mucho tiempo en el servicio militar. Los que conocemos -por otras cosas- el cerro de San Pedro en Colmenar Viejo y alrededores imaginamos lo fría que podría llegar a ser la zona en pleno mes de noviembre...y más hace casi 50 años. Pero nada comparado a la noticia de saber que te has quedado sin padre. A partir de ahí cambio su vida. La abuela cerró el grifo y el recluta se dedicó a picar piscinas, en lo que hoy son urbanizaciones, para pagarse los gastos. Cuando no tocaba cuartel, ni guardia, ni nada. A golpe de pico y de pala. Como uno más en una cuadrilla de peones de albañil. Dice que con lo que le pagaban al día compraba un bocata de sardinas y una botella de agua para comer y el resto lo guardaba. ¡¡Jodo!!
Acabó la mili. Pero hasta que no volvió al pueblo no se dio cuenta de que ahora tocaba tirar del carro. Era el único hombre en la familia y vivían del campo. No hacía falta jugarse a los dados quien sustituiría al abuelo. El abuelo que siempre me hubiera gustado conocer. El abuelo que dio nombre a mi padre y, seguramente a mi. Por eso, cuando unos años después inauguré la lista de nietos alguien decidió que Esteban era un bonito nombre para el primero. El primero de los nietos, el tercero de los Esteban. Y yo, encantado

martes, 23 de diciembre de 2008

Toca repaso

Ultimo día de trabajo de 2008. Raspando el inicio de las vacaciones de navidad, toca hacer algo de repaso de los dorsales que he llevado colgados en el pecho este año. Otro día sumo horas de entrenamiento. Poco triatlón, ninguno distancia ironman. Cada vez más carrera y cada vez más por el monte (las que llevan "m"). No creo que sea una metamorfosis. O quizás si. A primera vista parece que simplemente ha sido complicado entrenar la bici (bronce para las dos ruedas) y la carrera a pie se lleva la medalla de oro. Un año complicado con muchos viajes, muchos kilómetros, muchos ratos sin Alba y sin Anna...demasiados. Ha costado encontrar huecos entre semana para sacar la bici y los fines de semana los dediqué a otros asuntos. Prioridades, ya se sabe. Lógicamente, plata para la piscina. Todo hablando en número de sesiones. La única espinita que sigo teniendo clavada es la del Jabalimán, aplazado 2 veces y suspendido al final. Espero sacármela en el año próximo para el que, de momento, no tengo nada claro...y detrás de cada carrera unas letras que me evoca lo que fué, lo que queda. Eso si se puede recojer todo en una o dos palabras.
Media de Getafe: 1h20'16'' -cumpliendo-
Media de Segovia: 1h29'47'' -de pena-
Camañas-Pico Palomera (m): 2h26'00' (24,5 kms) -mucho barro-
Tri ELCHE (4/120/30): 7h26'02'' -caida en bici-
Zegama-Aizkorri (m): 5h18'36'' (43 kms) -peor que 2007-
Magdalena-Penyeta R. (m):_4h22'25'' (36 kms) -achicharrado-
Boca del Infierno (m): 2h47'27'' (26 kms) -preciosa-
Tri Pálmaces: 3h20'07'' -esguince-
Sentiero delle Grigne (m) 6h35'54'' (43 kms) -acojonante-
Maratón Donostia 2h44'58'' -feliz-
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viernes, 19 de diciembre de 2008

¿Qué es Navidad?

Desnuda un pensamiento. Uno cualquiera: hacer una carrera el año que viene, poner un/otro retoño en tu/vuestra vida, cambiar de trabajo, recuperar esa amistad oxidada y con telarañas, volver a ese sitio donde te quedarías para siempre, quedarte para siempre... Dejaló en pelotas y echaló a la calle. Arriesga. Convierteló en deseo delante de todos -aquí por ejemplo. ¡¡ Qué pase frío !! Si alejarte mucho... ¿qué pasa?

Ahora busca un deseo. Uno que antes fue el pensamiento de otro. Uno que veas que pasa frío. Cuanto más mejor ¿Puedes echarle una manta por encima? ¿Puedes rodearle con tus brazos? Hazle recuperar la temperatura, el color, el pulso. Ese deseo tiene un dueño que, seguramente, este mirando no muy alejado. El lo puso ahí. Y cuando ese deseo entre en calor y vuelva la sonrisa a su cara verás que todo es un poco "más mejor".
Si esto es la Navidad...¿por qué coños no durará todo el año? Pero claro...no es esto.

miércoles, 17 de diciembre de 2008

Nada nuevo

Descosí el camino andado porque me había dejado los trastes de correr en el coche. Esperé a que el semáforo se pusiera verde y cruce la calle a lo Pedro Navaja. La mochila estaba fría. Estar todo el día en el maletero tenía la culpa. ¡¡ Joder, cualquiera se arrima ahora las mallas a los huevetes !!
De dos en dos subí las escaleras de casa y llamé a la puerta. "¡¡Buenasssss !!, Muack, muack. Voy a trotar un rato a Can Dragó". Mientras la corbata salía por arriba, las zapatillas entraban por debajo. De tres en tres las volví a bajar. Comenzaba (re-comenzaba) a llover y me abroché el chubasquero hasta la nuez. No quería hacer nada especial. Solo trotar. Perderme entre tanta gente acera abajo y llegar al circuito donde dar unas cuantas vueltas. Al pasar junto a la pista de atletismo pensé en la gente (¡¡amooos valientes!! ) que vendrá a correr las 24 h que se celebran este fin de semana. Al pasar frente a los columpios pensé en la fiesta de hoy en el cole de Alba. Al correr junto a la Meridiana pensé en que ese será mi camino diario de ida y vuelta al trabajo a partir del año próximo. Al acabar la primera vuelta ya no pensé en nada más...
La raspa de pescado en que se convierte a veces el optimismo cuesta poco de engordar. Aunque sea en estas perras fechas donde cada año es más difícil mantener la sonrisa.

lunes, 15 de diciembre de 2008

Cuento corto

Hay días que me apetece escribir. Sobre lo que sea. Inventar y dejar pequeñas historias para saborear en lo que dura tomarse un café. Incluso he pensado alguna vez escribir una serie de pequeños relatos. Nunca es tarde. Esto es lo que ha salido hoy. Espero os guste.
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Cada diciembre por estas fechas hacía lo mismo. Decía que podía leer el futuro en las pizzas y no adivinaba una mierda. El ritual se repetía año tras año. Pedía una de atún y aceitunas con mucho tomate. Las migas de pescado y las olivas dibujaban un mapa de lo, hasta ese momento, desconocido. Sentado en una mesa al fondo de la vieja trattoria esperaba con los ojos cerrados, meditando, la llegada del futuro sobre base de pan tostado. Y lo destripaba.
Esta vez intuyó épocas de bonanza a pesar de que no lo parecía. "Si no fuera por esa aceituna negra arrugada y envuelta en tomate, me atrevería a decir que será mi año". Con sus manos torpes, que algún día estuvieron libres de artrosis, giró el plato. "¿Qué coño pinta esa aceituna negra otra vez en medio?" Volvió a girar buscando el lado bueno, cortó la pizza en cuatro trozos y desgrano, mes a mes, lo que tenía por delante.
Apretando la frente consiguió meter alguna arruga más de las que ya tenía. Desenfocó la miope mirada, castigada por los años y el trabajo en la fundición de su padre. Carraspeó. Se llevó una mano al cuello y cayó desplomado entre la mesa y la pared. Si. Cayó junto a aquella pared abombada por la humedad donde cada vez que ejercía de oráculo anotaba en una servilleta lo que el futuro le deparaba. Con una letra difícil de leer, estirada como los surcos de un sembrado, hilaba palabras a golpe de intuición. Frases cortas, apelotonadas unas contra otras. A veces, las menos, garabateba unas líneas a modo de dibujo resumen: una silla, una montaña, un sol... Nunca más.
El chico que servía las mesas despidió a la ambulancia desde la puerta. Después pasó a retirar la pizza. La examinó con curiosidad antes de llevarla a la cocina. Casi intacta. Solo dos cortes que se cruzaban en el centro. Una cruz perfecta que dividía en 4 partes, no tan perfectas, el devenir del viejo. Y una pequeña marca. La que deja una aceituna.

viernes, 12 de diciembre de 2008

Terapia de zapatillas

He vuelto a hacerlo. No podía más. Llevo 2 semanas muy perras de trabajo y necesitaba tener esas sensaciones otra vez. Hasta hoy había podido aguantarme. Según consejos debería descansar algo más pero ha sido una carrerita terapéutica, una vía de escape. Una hora larga para mi solo por la carretera de las aguas, a ritmo. Sol y sombra. Algo más de 16 kms de tratamiento con Barcelona a mis pies. Mucho rato con esa hipócrita sensación de estar mucho mejor de forma que el día de la carrera que habías preparado. Las piernas trasmitiendo al cerebro un confuso mensaje de frescura que te puede llevar a pensar que en Donostia se podía haber hecho mejor. ¡¡Mentira !! Esta sensación desaparece rápido y los .... 11 días parado salen a flote. Pero he disfrutado en grande, he desconectado al 100%, he sentido otra vez el placer de trotar suave, apretar y salir "quemando rueda". Ya sabéis de que hablo. ¡ Buen fin de semana !

foto de Donosti 08 encabezando el grupo con mi visera verde. gracias al autor, al que no conozco

martes, 9 de diciembre de 2008

Intimista

Siempre me pasa lo mismo. Después de una carrera intensa con una preparación que requiere un sacrificio mayor de lo normal vienen unos días intimistas, de darle vueltas a todo. Valorar, mirar atrás, rediseñar el futuro cercano, incluso recuperar (o intentarlo) el tiempo empleado -nunca perdido- para hacer otras cosas. No estoy seguro que sea lo que mejor me va. Pero cuando llega...
Dice mi padre que decía su padre, mi abuelo al que nunca conocí, algo así como que "el que tenga que besarla se encargará de buscarle la cara". Y más o menos por ahí andamos. Buscando. Nadie más que yo ha de reactivar esto. No hay prisa. Sobra tiempo. En la lista hay de todo. Una mudanza a medias. Unos días de vacaciones por terminar. Unas fechas donde es difícil dejarse ir sin hacer apenas ruido. Unos esfuerzos que nunca dan la sensación de ser para avanzar sino simplemente para no retroceder. Algunos copos de nieve. Las agridulces mezclas de quereres y poderes. El recuento de las migajas que quedan en la mesa del 2008. Los vuelos a ras del suelo de deseos reprimidos. Las altas torres que piden cimientos ahora y se levantarán después del día 31. Bastantes amigos que siempre aparecen al otro lado de un guiño...Anna I la incondional, Alba que pasado mañana cumple 3 años. Los obstáculos que siembran un camino soso y lo hacen divertido. La familia y mi pueblo. Mi pueblo y mi familia. Un nublado fin de fiesta que deja una soleada resaca. Los cubatas. Las series. Los dorsales. La lucha. Unas sonrisas. Yo.
Seguimos en esto.
Buscando la cara.
Besando...

sábado, 6 de diciembre de 2008

Paseos y recuerdos

Hay vida más allá de Donostia. Hay incluso un puente de 4 días. Realmente son 3 más uno que hemos arrimado de los que quedan de vacaciones. Y para no perder la costumbre de hacer kilómetros...800 más y nos acercamos desde Barcelona al pueblo. Paseos por el monte para el síndrome de abstinencia de esta semana sin correr. Paseos con algo de lluvia, algo de frío, algo de niebla. Paseos por la orilla del Tormes que baja tranquilo esperando caudales mayores cuando la nieve de la sierra se venga. Paseos solo, con Anna, con Anna y con Alba. Paseos aguantando una piernas que piden, al menos, trote. Paseos también de bar en bar tomando cañas. Y paseos virtuales desde el calor del brasero, de una mente que escapa a través de la ventana y va y vuelve por las cumbres blancas.
En este pueblo que me vio nacer y crecer hay algo especial. Pero es mucho más especial en invierno que en verano. "No se por qué" le decía hoy a Anna, cortafuegos arriba camino de la torre de vigilancia de incendios que hay en la Lastra. "No se por qué. Pero la mayoría de los recuerdos que me llevan de regreso a mi infancia son de invierno"
Entonces el frío era frío de bajo cero, las nevadas de días y el río se congelaba de orilla a orilla. Entonces y ahora aquí sigue estando mi rincón. El lugar donde me siento yo.

martes, 2 de diciembre de 2008

42 y pico sabores

No procede una crónica de kilómetros, tiempos de paso, ni maldiciones a la climatología adversa. No procede. Aunque el tiempo conseguido me haga sonreír y sentirme orgulloso de donde se paró el crono, a pesar del aire y del frío. Traigo en la recámara mucho más que eso y así quiero dejarlo reflejado aquí, en mi pequeño rincón. Y dándole vueltas al tema creo que la mejor forma es volver a paladear kilómetro a kilómetro. Al final lo que queda cuando vuelves a casa en coche, con buena música de fondo, las patas pesadotas y algo de nieve cayendo es volver a saborear la carrera... kilómetros que saben a sal, a arena y a mar mezclados con café, otros que saben a adoquines mojados, a lluvia entre los tamarindos, a gritos de la gente, al reflejo de los corredores en los cristales del Kursaal. Kilómetros que saben a gloria y otros que amargan como la hiel, algunos saben dulces por el pogüergel dichoso, otros a arcada por un trago de agua mal bebido. Algunos saben a ausencias y otros a presencias, y con intenso sabor a amigos que gritaaaan y animaaaan, -muchos de estos- y kilómetros que saben a libertad de correr contra viento y marea, kilómetros que saben a droga que engancha y alguno que sabe a "no me vuelven a pillar". Kilómetros que no saben a nada, también los hay. Otros saben a recuerdos, a tardes haciendo series en Colmenar, a rodajes largos en Barcelona, a carreras nocturnas pasada la medianoche. Increíble el sabor ácido de aquellos que se ponen cuesta arriba y el sabor a cerveza que llega de los últimos. Y más kilómetros. Y más sabores. Sabor de haber corrido algo más de 42km a menos de 4'/km, sabor de pisar el tartán, que rezuma agua, de Anoeta hasta 3 veces, sabor de ver a los amigos en sus grupos, a sus ritmos, disfrutando, incluso con algún problemilla. Sabor a ser capaz de dejar atrás las movidas diarias y ser todos "corredores". Sabor de asfalto -puto asfalto- que dicta justicia sin piedad. Sabor a frío que se mete hasta los huesos cuando paras. Y más sabores. De hecho todavía estoy digiriendo todo. Y sabor a todos los que tenéis culpa en todo esto. ¡¡ Qué aproveche !!