Tarde de ironman

En el coche, de vuelta a casa, ya iba visualizando la situación. Es una forma de que se haga mucho más llevable. Mentalizaté, es lo mejor que te puede pasar, pensé. Ya en el dulce hogar, con el traje de faena puesto abrí el armario. Al fondo descansaba el artilugio de tortura desde la última vez. Con cariño lo llevé al salón y lo armé. Apoyado sobre sus cuatro patas el aspecto es más agresivo, desafiante. No hay miedo. Vuelvo al armario y cojo la máquina. De nuevo al salón. La coloco en su sitio. Ya está lista, todo va tomando forma. Es como un protocolo, siempre el mismo esquema. ¿Qué mas falta? Agua, que estas sesiones dan mucha sed. A veces he probado con cerveza pero las últimas series no salen bien. Diseño la estrategia: para hoy 5 series. En cada una primero trabajaré velocidad y luego técnica. Prefiero hacerlo así, el resultado final suele ser mejor. No hay dolor, manos a la obra...

...45' después las 5 camisas cuelgan planchaditas dentro del armario. La parte rápida de espalda y pecho, como siempre, se me ha dado mejor que la parte técnica de las mangas. Total, si dicen algo en el curro me arremango y listo. Recojo la plancha y la tabla y, ahora si, me tomo una cerveza. Tarde de ironman, cumplido el objetivo.