miércoles, 24 de enero de 2007

Al que madruga...

Madrugar cuesta. Levantarse pronto, no tanto. Por eso yo me levanto pronto para salir a correr. Solo madrugo para ir a trabajar. Hoy hacía frío, creo que un par de grados bajo cero. Un cielo estrellado y unas patas torpes es lo que me he encontrado en la puerta de casa. Cierro con cuidado y salgo a la calle. Al otro lado de la pared duermen Anna y la nena. Ni se enteran de mis escapadas. Mejor así.
Arranco a correr. Todavía no funciona la conexión cerebro-piernas, pero se que es cuestión de metros. Duele respirar y me cubro la nariz. Pero esto es como echarle azúcar al café. Endulza y enmascara el verdadero sabor de este momento. El camino por el que corro es una pista que pisada por tractores esta, ahora que no llueve, casi tan dura como el asfalto. Zigzaguea suavemente, igual que mi mente entre lo que va a dar de si el día. Como me cansa más esto que correr me distraigo con la estrellas. Adormilado pero vivo. Fresco pero a tope de energía. Son 3 idasyvenidas que pasan rápido. Repaso como va mi particular partido. Gano por goleada: Esteban 6- Cama 1. Así esta el marcador desde que decidí salir a correr a las 6:30 AM. Las tardes para otros menesteres. Y que gustazo la ducha y el vaso de zumo a la vuelta. Para repetir.

3 comentarios:

Sergio dijo...

plas plas plas plas... yo soy incapaz de hacer eso

irotante dijo...

Si quieres te despierto yo, me levanto alas cuatro todos los días he probado ir corriendo al trabajo, pero lo dejo para ti, esperemos el verano.
P.S. ha nevado esta noche en el pueblo por primera vez era hora

Cap de fibló dijo...

Reconozco que leer tu post anoche, me ha ayudado esta mañana a salir a correr a las 6:30. Llevo ya 5 semanas haciéndolo, pero siempre cuesta un huevo.

Saludos.