Se nos va definitivamente 2006. Y que mejor forma de acabar el año que con un regalito... Así salimos del 2006 por la puerta grande. Ha sido un año con buenos resultados deportivos -quitando la espinita de Roth por culpa de la natación- y con mejores resultados en la parte personal. Durante estos días le he estado dando vueltas y ayer, en un arrebato, pimpam, pimpam... road to Lanzarote 2007. Por delante 5 mesecitos para nadar, dar pedales y correr sin desatender otras cosas. Reconozco que ahora mismo tengo un cosquilleo por dentro que me gusta. Uno es así. Y esta vez no es inocentada. Feliz año nuevo a todos, nos vemos en Puerto del Carmen en 19/Mayo/2007...

Año 2022. Se acerca el momento de cerrar el libro de entrenamientos. Otro más. Y van 17. Tengo una estantería con todo el histórico almacenado. No ha estado mal lo que ha dado de sí. Algo me decía que cuando cumpliera los 50 años seguiría metido en estos embolaos. Con un ojo en el cuaderno de hace 15 años hago repaso de este año... La natación ha ido ganando terreno y ahora ocupa una parte importante de las horas de entrenamiento. Me sienta de maravilla. Sigo corriendo bien, no he vuelto a bajar de 3h en una maratón desde hace 5 años pero, no importa, me sigo divirtiendo. Las carreras por la montaña son más paseos y menos carreras, pero siguen siendo en buena compañía. Ayer, trotando por Gredos con amigos, recordabamos como un año hice podio en los Castillos de Avila. Este año he vuelto a correr el ironman de Lanzarote, por fin he ganado a Eusebio. La bici se me ha dado bien este año y ahí ha estado la clave. Seguro que en Nochebuena, como cada año, Alba me pedirá otra vez que le cuente cuando entre con ella en brazos en el triatlón de Elche. No veáis como nada la nena. Da gusto verla hacer largos en la piscina. Si lo lleva en los genes, debe ser en los de su madre. Anna sigue diciendo que no tengo remedio. Para el año que viene volveremos a Elba y correré también alguna prueba de Ultratrail, en los Alpes, por ejemplo. Aquí todavía los jovenes no nos han ganado terreno. Y tenemos previsto comprar la dichosa autocaravana que nos prometimos cuando celebramos los 20 años juntos. Bueno, me cambio y me voy a correr un rato... esto ya cuenta para el 2023. 


Yo siempre he sido más de fisios que de osteópatas, pero no me preguntéis por qué; no podría daros ninguna razón concreta. Hombre, reconozco que eso de que te recoloquen, te crujan, te digan "suelta el cuello" y de pronto craackkcc no me atrae más que un buen masaje de los de vuelta y vuelta. Pero también es verdad que tenía cierta curiosidad, creciente en los últimos meses gracias a Anna, por ver que era eso de la osteopatía. Desde mis tiempos de escalador aficionado y machaca de rocódromo siempre que he tenido alguna pasada de rosca, muscular o de tendones, he recurrido al fisio de turno recomendado por amigos. Una vez vencida la pereza de encontrar el hueco y, en 2 ó 3 sesiones, quedaba todo casí como estaba antes del apretón de turno en el 6c+ de roca o en el techo plafonado indoor. 


