Ya han pasado 3 días desde el sabado y doy por recuperados mis gemelos después de los 50 km de los Castillos de Avila. Ayer y hoy he nadado para soltar bien las pezuñas y ha sido mano de santo, un día de estos tengo que probar lo de ir al masajista que parece ser que también funciona. Solo la herida en la rodilla derecha me tira un poco al estar cicatrizando y me molesta cuando, tirado en el suelo, juego con Alba. O sea, que ya estoy listo para volver al ataque. Problema: el cambio de hora dichoso. Como consecuencia de dormir una hora más la noche del sabado -joder como cambia el cuento, antes era: "esta noche una copa más" ;-) - ahora la bici entre semana estará castigada al rodillo, potro de tortura que sale del armario de nuevo, y yo quedo castigado a correr de noche. Si que sale cara esa horita extra de cama, menos mal que hay fines de semana y días festivos como mañana. Estos días son tesoros en pleno invierno que hay que aprovechar para estar con la familia, entrenar y descansar algo si hay tiempo, que yo creo que si. Esperemos que acompañe la climatología.
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