Vuelvo a escribir. Intentaré que en dos zaparzos queden resumidos los últimos días. Intensos en todo, en casi todo. Hay muchas cosas pero confío en mi capacidad de síntesis para hacerlos amenos y que nadie se me duerma. Veremos de lo que soy capaz.
La semana pasada termino con viaje relámpago a Zurich. Jueves y viernes metido en un hotel y sentado como un pasmarote. Escuchando, aprendiendo, conectando y desconectando...de todo pude hacer. No eran los dos días que yo quería para antes de la maratón de Barcelona pero, como hay que comer en casa y comprar pañales, pues eso.
Entre powerpoint y powerpoint aproveche para cerrar el mes de febrero de entrenamientos. Se veía venir. Un desastre. Pocas horas y, lo peor, mal repartidas. Mucha carga unos días, con sesiones dobles incluso, y muchos días seguidos en blanco. Sin ponerme de corto, sin sudar ni las mallas, ni el culotte, ni nada de nada. Viaje a El Cairo, Jornadas Castrenses en el hospital de la Defensa, viajes de ida y vuelta en el día... ufff. Total que sumo 22 h (6h45' de piscina, 8h15 de bici -todo de rodillo menos una salida en bici- y 7 h de carrera a pie). Y con estos números a la chepa decidí utilizar la cabeza para lo que se me venía encima el domingo.
La semana 9 se cerró con 7h.
Nadar: 1h30' (2x45')
Bici: 30' de bici estática en Zurich
Correr: 5h ( incluyendo la maratón de Barcelona)
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