Qué si, qué si...

Todas las cosas tienen su gracia. Solo hay que encontrar el punto. En algunos casos cuesta, lo reconozco, pero con voluntad y siendo positivo... Un plato de aceitunas puede parecer la cosa más sosa del mundo. Pero si alrededor nos juntamos unos amigos, unas cervezas y un rato de agradable charleta la cosa cambia ¿no? Otro ejemplo. Los bingueros. Ni de coña se te pasa por la cabeza ponertela mientras estás en el rodillo. Y mucho menos como adorno de una bonita estampa de tarde de domingo en familia. Pero ¿no se pasará un rato simpático si se añade a la situación anterior una vez terminadas las olivas?

¿Y de que coño va hoy este tío? ¿Ha tragado mucha agua en la piscina? ¿Se le va un pelín la olla, no? Pues igual si, pero a lo que quiero llegar es a como estoy encontrándole la gracia a estas tardes de castigo forzoso por el temporal. Y lo digo aún a riesgo de que se disuelva mi club de fans. Llevo 3 tardes y con hoy casi seguro que serán 4 que me estoy jartando a estirar. Tirado en el suelo, adoptando posturas inverosímiles, tocando la punta de los dedos de los píes, doblando el espinazo, retorciendome como si estuviera subiendo el Izoard encima de mi bici, un poquito de espalda, algo de patas...ufff, sudando acabo a los 40'. No se si sirve para algo -dicen que si- pero la tarde se hace mucho más amena... ¿ni yo me lo creo. verdad?

Y una buena noticia que, últimamente son pocas, el nacimiento de 3 linces en Doñana. A ver lo que tarda algún cafre en pasarles la rueda de su 4x4 por encima. ¡¡¡ estossss pijossss !!