Madrugar

Has vuelto a hacerlo. De nuevo te has despertado de madrugada y, sin hacer ruido, te has deslizado fuera de la cama. Como un reptil. Descalzo eres más silencioso aunque el suelo esta frío para ser mediados de Abril. Has vuelto a asomarte al balcón para ver si llovía y has sonreido al ver que solo estaba nublado. Has preparado las zapatillas (¡¡mentira!!, las dejasté preparadas anoche...), has buscado unas mallas pirata y una camiseta en el armario. Y una visera. Has vuelto a mirar al cielo, esta vez desde la ventana de la cocina. Has pensado "joder, que oscuro está" y has preferido no haber mirado. "Oscuro, pero no llueve", y la sonrísa huida ha vuelto a tu cara. Sin hacer ruido has desandado los pasos por el pasillo, como si fuera la moviola de una jugada. Has ido al baño. Te has sentado en la cama y, con todo preparado, te has vuelto a tumbar porque aún eran las 4 de la mañana. Has vuelto a incorporarte y a ponerte la cinta del pulsometro. "¿Cuántas pulsaciones tendré en reposo?". El pulsómetro en la mesita para verlo con los flashes de luz del móvil. Antes has comprobado que tenías la alarma a las 6 y te has tumbado. Tras dos vueltas nerviosas, has encontrado de nuevo el sitio. Todavía calentito. Todavía confortable y acojedor. Todavía tuyo....
....después no sabes que ha pasado. Has vuelto a despertarte, por casualidad o por costumbre -aún no lo se- algo después de las 7. ¡Cagontó !
...he vuelto a soñar todo esto mientras dormía en el AVE camino de Madrid. En fin, esta tarde tocan cinco-dosmiles o similar.