Galgos adiestrados de olfato finísimo, mis amigos, se reunen la noche de antes para establecer el plan de ataque. Sentados en taburetes, alrededor de una mesa baja, los cubatas van y vienen mientras se acuerdan hora de salida, lugar de búsqueda y demás detalles. Sea la noche propicia al vicio o no, a la mañana siguiente to'Dios esta equipado hasta los dientes, -algun despistado hasta duchao- y bien desayunao para lo que haga falta. La oferta micológica de la zona es muy variada pero, salvo ejemplares atípicos, la recolección se centra en boletos y nízcalos (y si cae algún Rolex, pues a la cesta).
Después, tomando cañas, se hace repaso de lo que dio de si la mañana, se reparte el botín y cada uno para su casa. La semana es larga y los estilos de cocinar propios de cada uno... y a partir de ya incluiremos las castañas. ¡ Joder, lo que me estoy perdiendo !
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1 comentario:
Uf... manjares, aunque soy más de las de cardo. Ricas ricas.
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