Desnuda un pensamiento. Uno cualquiera: hacer una carrera el año que viene, poner un/otro retoño en tu/vuestra vida, cambiar de trabajo, recuperar esa amistad oxidada y con telarañas, volver a ese sitio donde te quedarías para siempre, quedarte para siempre... Dejaló en pelotas y echaló a la calle. Arriesga. Convierteló en deseo delante de todos -aquí por ejemplo. ¡¡ Qué pase frío !! Si alejarte mucho... ¿qué pasa?
Ahora busca un deseo. Uno que antes fue el pensamiento de otro. Uno que veas que pasa frío. Cuanto más mejor ¿Puedes echarle una manta por encima? ¿Puedes rodearle con tus brazos? Hazle recuperar la temperatura, el color, el pulso. Ese deseo tiene un dueño que, seguramente, este mirando no muy alejado. El lo puso ahí. Y cuando ese deseo entre en calor y vuelva la sonrisa a su cara verás que todo es un poco "más mejor".
Si esto es la Navidad...¿por qué coños no durará todo el año? Pero claro...no es esto.
3 comentarios:
A mi me gusta tu propuesta. La navidad será lo que queramos que sea.
en nuestras manos está abrigar ese deseo todo el año, y en verano darle de beber algo fresquito.
Muy bueno, ......a por ello!!!! El problema es cuando deseas muchas cosas.....je je. Un abrazo Nico
Publicar un comentario