Soñadores

Solo le conozco de una vez. El ni siquiera se acordará de mi. Fue la única vez que he corrido el Km Vertical de la Barranca, segunda edición, año 2003, 1:05m:04s (joder, lo que ha caído desde entonces). Fue un cruce fugaz en el repecho más duro de subida. El estaba allí con su perro, su mochila y un par de garrafas de agua de 5.l. que había porteado hasta allí arriba -entiendo que por iniciativa propia-. Sentado en una piedra ofrecía vasos de agua a la ruina de tíos que, con la cara desfigurada por el esfuerzo, respirábamos a duras penas ladera arriba. Un oasis en medio de aquella agonía de trepada. Tomé un vaso de agua, balbuceé gracias y seguí subiendo.
Este medio paisano, nació en Avila cuando la vergonzosa guerra civil tocaba a su fin, allá por el 1939. Alpinista de los de verdad, es una de las personas de las que puedo decir eso de quiero ser como él cuando sea mayor, aún y a riesgo de saber que eso es imposible. Carlos Soria, tiene mucho que enseñarnos. De montaña y de la vida.Trasteando por la red he encontrado una entrevista del 2004, cuando coronó el K2 con 65 palotes a la espalda. Recomendadísimo perder unos minutos leyendo filosofía de vida de la buena. Para el que no tenga tiempo os dejo, en pocas líneas, el resumen de toda una vida. La vida de un soñador. .
-¿Diría que tener siempre un sueño que cumplir mantiene en forma su cuerpo y su mente?
-Sí, desde luego. Hace falta tener ilusiones, tener sueños que cumplir, querer hacer cosas -las que sean-, pero tener alguna meta. Y estos sueños, cuanto más puros mejor. Que no sean para enriquecerte o materiales, que sean sueños que no valgan para nada prácticamente. Que sean sueños que simplemente te hagan crecer.
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