La triste tarde del segundo día de vuelta al tajo solo ofrecía dos opciones. Las dos con muchas curvas. Las dos exigentes a nivel físico. Por una lado estaba la ¿poco sana? opción de pasar un rato en el spa de un balneario con una mulata de 185 cm. Ridículo asegurado. Desde el lado opuesto del ring me guiñaba un ojo La Pedriza. Con sus sombras entre pinos, sus charcas refrescantes, su aire fresco, sus "zetas". No me costó ni un suspiro decidirme. A las 18:30h echaba a correr desde el parking junto a la barrera de entrada al parque. La chulería de empezar sin camiseta duró poco y, en cuanto me metí entre pinos, tuve que enfundarme en verde fosforito. La pista que sube se deja trotar dignamente. La sensación de ir tomando altura no se corresponde con los poco empinados repechos y cuando te das cuenta estas pasando junto al retén de bomberos. Una pequeña bajada y más zetas. Subí en 1h02' aprox. hasta una antena que hay justo por debajo de la cuerda de Los Porrones. Completé hasta casi la hora y diez y me di la vuelta. De bajada, con 1h30' en el crono, entré por la zona del retén. Los bomberos se encaramaban a las piedras buscando los últimos rayos de sol y yo busqué la estrecha senda que baja hasta Canto Cochino. Por sitios como este podría estar corriendo horas y horas. Cruzo el parking y por la senda Quebrantanosequé cierro 2h01' de carrera disfrutona y fresquita.
Y el de la mulata, que lo cuente si es que ha sobrevivido...
Y el de la mulata, que lo cuente si es que ha sobrevivido...
[foto del Jabaliman, antes del percance]
1 comentario:
Buaaaaaaah chaval lo que te perdiste. Lo de las burbujas en los huevecillos es para babear y no parar. Y la morena de compañía, de impresión. No te envidio. ¿La semana que viene un trote a mediodía en el juancarlospalote o mejor quedamos para comer?
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