domingo, 4 de enero de 2009

Mis incondicionales

De Larios apenas quedaba un dedo. Si, si Larios. Lo que no sabría deciros es si la botella ya estaba en el piso cuando lo compre hace 5 años o la traje yo para alguna partida de mus de soltero. La de Ballantines no llegaba ni al dedo. En el congelador 3 cubiteras vacías. Ni un hielo. ¿Litronas? 2 vacías para reciclar. Cuando llamaron los colegas para decir que venían les avisé: "Suena a cutre pero mejor que cada uno se traiga lo que vaya a beber. Aquí estamos bajo mínimos". Alba dormía en la habitación más alejada del salón pero, de inicio, pediamos no hablar muy alto. ¿De picar? Ni una aceituna. Con estas premisas nunca pensé que los amigos se animarían a venir a casa...pero vinieron. Solo a uno le tiró más tener a la novia ya en pijama que los pelotazos con los trones. Si llega a saber que en una escapada a la cocina, no se de donde sacó Anna un par de sandwiches de jamón y queso...todo habría sido diferente.
Y llegaron. Y trajeron latas de cervezas y algún refresco. Y charlamos alrededor de un cutre plato de patatas fritas preparando combinados en las propias latas de refresco. Y nos reímos. Y hasta sacamos fotos de otros tiempos, de otros sitios, de otra gente. Y cuando nos despedimos me sentí afortunado de tener gente así cerca con los que, a pesar de no ver mucho, puedo volver a encontrarme tras varios meses y tener la sensación que fue ayer la última vez que nos vimos. Solo me falta liarlos para que den el salto al lado oscuro...al de entrenar algo de vez en cuando. Esta es la gente con la que me he criado, los que conozco desde pequeño. La vida y las aficiones me han proporcionado otros. Tengo mucha suerte.

3 comentarios:

Dani dijo...

Larios... Al menos que sea Bombai.

emonje dijo...

Larios y/o DYC..."semos" asín los de pueblo, Dani ;-)

Annabel dijo...

Eso es el retorno a tus raices, no intentes cambiarlos, son autenticos....para las aficionas ya hay otros ;-)