jueves, 2 de octubre de 2008

Conejos y congresos

Tres conejos juegan en el campo frente a casa. Acabo de volver de correr una hora con cambios de ritmo y me siento en la terraza. Testigo mudo del espectáculo, desgrano las uvas de un racimo como si fueran los kilómetros de un maratón. Uno a uno, contando hacia adelante hasta la mitad y descontando hacia atrás en la segunda parte. Con esa mezcla de sentimientos de querer acabar y de pena porque se termina.
Y a la vez repaso mentalmente todo lo que hay por ahí este fin de semana: el Titán de Cádiz, Elbaman o Ibiza si quieres triatlón. La puyada a Oturia o el maratón de los Artesanos en Torrejoncillo si prefieres correr por el monte. Y muchas carreras de asfalto.
Da igual. A mi, desde hace 5 años, siempre el primer fin de semana de Octubre me toca trabajar. Es la puta semana más larga del año: 12 días del tirón. Desde mañana hasta el miércoles voy a poder disfrutar del Kursaal en jornada intensiva. Como uno siempre es optimista echa en la maleta el neopreno. Los trastos de correr van si o si. Robaremos horas al sueño para entrenar, quebraremos el silencio de la madrugada con nuestro trote o gozaremos corriendo con el txirimiri en la cara. De la playa de Ondarreta hasta el ayuntamiento. O pisando la arena de la Concha. Los deberes van apuntados en una hoja excel. Y cuando vuelva a Donostia, a finales de noviembre, será para rendir cuentas con los 42,195 kms.
Es de noche. Los conejos han vuelto a su madriguera y empieza a refrescar.


3 comentarios:

aja dijo...

Ponte a bien con ese maravilloso paseo, dentro de 7 semanas nos va a hacer falta.

irotante dijo...

Aprovecha la parte vieja que merece la pena

Dani_ironmandream dijo...

Deja tranquilos los conejos y dame un toque