MAD-BIO/ /BIO-FRA

Como una alma en pena llevo todo el día dando tumbos por aeropuertos varios (Madrid, Bilbao, repito Bilbao y Frankfurt). En cada uno malgasto -tiene gracia ¿no?- esos minutos basura que te quedan, entre carrera y carrera para no perder el vuelo, en hojear revistas en el Relay de turno que pilla más cerca de la puerta de embarque. Noto que vuelven a atraerme mucho más las revistas de escalada (Desnivel y Escalar); siguen quedando en 2º plano las que tienen que ver con bicis, sean de montaña o carretera y, al final, acabo comprando alguna de correr (Corricolari ó Trail). Es curioso que ahora, metido en una habitación en un hotel de Frankfurt, a nadie le importa que leyendo el Corricolari me encuentro conmigo mismo en una foto de la pág. 25 -maratón de San Sebastián 2006- y a mi me sirve para alegrarme esta noche. Inusualmente tranquila. Lejos de mis nenas. Pensando si mañana, antes del pase de traje y corbata, podré correr un rato. Saldría corriendo, llamaría a la puerta de al lado y le contaría, revista en mano, al Sr. Schmitz de turno que soy yo, que me hace mucha ilusión verme ahí -tonto que es uno-, que fue mi primer maratón y que lo voy a repetir en cuanto pueda. El tío me dará con la puerta en las narices. Normal. Y más en este hotel que, según dicen, las pelis porno de payTV te las facturan como minibar ;-))