Contadores a cero

El día 1 de noviembre ha sido para muchos el momento de iniciar la temporada. Sobre todo gente dedicada al triatlón de larga distancia, que con el inicio del mes vuelve a dar caña. Cada uno viene de un periodo de barbecho más o menos largo y más o menos descansado. Vuelve a hervir la bandeja de entrada y llegan mails donde se mezclan sueños, autopromesas, islas de lava, objetivos que quedan por escrito -para que cueste más volverse atrás-, proyectos... Ya no hay mus. Llega el momento de los envites y órdagos. Bienvenidos sean. Otra fuente más donde beber cuando la sed de ganas de entrenar nos seque las entrañas (joooder, pero que poeta estoy hecho...). El que más y el que menos van dibujando un mapa de carreras, ideando donde pasar un puñado de fines de semana, maquinando días (en muchos casos noches y/o madrugadas) de entreno que dará lugar a momentos de gloria o de replanteamiento. Todo es bueno, todo ayuda a crecer. El otro grupillo de amigos, el de los que corren por el monte, empezarán también en breve. Alguno que otro ha parado también. Y un servidor, que siempre esta a medio camino entre una cosa y otra anota ya en la libreta carreras y nados. Todo sin pasar de 6 horitas semanales hasta el año que viene. ¡ Amos a ello chavales !