lunes, 2 de julio de 2007

Rodríguez vigoréxico

Buscaremos el lado bueno. Qué, como todo en esta vida, digo yo que lo tendrá. ¿Qué no? Si hombre, si. Nena y madre en Barcelona y el tío solo para Madrid ayer tarde. De Rodríguez que dicen. Y como uno no se dedica a perseguir suecas ni a tirar de antiguos ligues para pasar el rato... que me perdonen Pajares y Esteso por romper la tradición. Pues nos ponemos a ello, si el poco agradable y sin gracia curro veraniego lo permite vamos a machacarnos bien en las próximas tardes. En lo que bici y monte se refiere, claro. Incluso he pensado retomar algún ratillo de escalada. Anoche en casa estaba uno como perdido. Esta mañana ducha y afeite sin preocuparse por los decibelios. Nadie se quejará si se me cae al suelo la percha o si taconeo más que Joaquín Cortés. Una pena. Porque uno se ha hecho a vivir en manada y...la verdad, se echa de menos. La cuna vacía, la cama vacía, la nevera todavía llena. Pero esta tarde, vive dios, que me pego un garbeo en mi bici de los buenos. Hasta que casi no se vea. Y luego ducha, cena de soltero con cervezas y pal catre. Y el abrazo del oso amoroso esta noche para la almohada. Veis, ya he encontrado el lado bueno. Pedales por pañales.

1 comentario:

Spanjaard dijo...

Me pido tocarte el culo en plan tios, sin mariconadas, una tarde de las que entren a partir del viernes. Sierra, pelos y barbas, si te hace. Concretamos en el correo, tio Bulder.