Laaaarrrgo fin de semana de trabajo en Santiago de Compostela. Fue sacar el dorsal para la media maratón de Barcelona y enterarme que ese (éste que ha pasado) fin de semana tocaba trabajar en Galicia. El sábado, una hora y media de Vueling y para allá con los bártulos de correr dentro de la maleta. El tiempo parecía que no daría tregua pero no puedo, no se, salir de casa sin meter en la maleta las zapatillas, unas mallas y una camiseta (esta vez también chubasquero). Después de fallar con la media de Barcelona me apunté a la de Gavá, el próximo domingo y quería rodar algún ratillo cuando menos pero...
El fin de semana ha sido de entrenamiento invisible, del que no se ve porque no existe. Y eso que iba bien recomendado por Alfredo. Zonas y rutas de la ciudad aprendidas. Para nada. Las interminables sesiones de trabajo, las maratonianas sentadas a la mesa y el temporal de viento y lluvia me han dejado otra vez en casa con las piernas machacadas de no moverse, la cabeza embotada y el estomago maltrecho; y en medio de una de esas horribles semanas de 12 días de curro. Todo pasa. No importa. Hoy entreno si o si. He vuelto. Gavá me espera...
2 comentarios:
Sigue así, que ya te pillaré en el Maresme...
Nos vemos en Gavà!!
Publicar un comentario