viernes, 2 de octubre de 2009

Dulce

O de como algo que podría haber sido muy ácido se tornó en dulce.
Y aquí no puedo dejar de agradecer al de Kaniyu la aportación que tuvo a la causa (tan anónima como premeditada, por cierto). "Tiúúúú, no se quien te iluminó al hacer la maleta pero...gracias por meter el invento ese para mi rodilla". Sinceramente, creo que nada habría sido igual de dulce sin esa ayuda.
Hasta la T2 llegué tranquilo y sereno. Creo que como hay que llegar si quieres correr decentemente durante más de 3 horas. Después de buscarle las cosquillas a los últimos 20 kms de la bici. Con el dorsal girado ya, ajusté como me había dicho Miki la cinta rotuliana, me até las zapatillas, me puse la visera y me eché al ruedo. Lo único que sabía al salir de boxes es que por delante había 42 kms. Nada más. Como iba a responder yo era un misterio. Mentalmente iba preparado para lo peor: tener que andar muchos kilómetros. La retirada no estaba entre las opciones.
Marqué un buen ritmo de salida, sin ser exigente pero tampoco conservador. Entre cocacola y naranjas, regado por esponjas verdes, animado por lo que veía de reojo en mi rodilla fueron pasando los kilómetros. En la segunda vuelta ya me encontré en carrera con amigos. Mentalmente iba poniendo cruces junto al lado de cada uno en la casilla de "bici terminada". Ninguna casilla quedó en blanco. Y la rodilla no se hinchaba, y las vueltas pasaban, y yo corría. Cuando empezé la tercera vuelta comenze a saborear un cierto dulzor. El ritmo era bueno, iba incluso pasando gente que se habían bajado antes que yo de la bici. Sonreía. Me pasé casi una hora sin mirar a la rodilla, cuando volvi a hacerlo el miki-remedio estaba funcionando. Ahora si saboreaba un almíbar excelente. Acabé la cuarta vuelta y la quinta me la plantee como un homenaje a mi mismo. Mirada al frente, ojillos humedos, paso resuelto. La última pasada por el paseo maritimo no pude evitar echar de menos a alguien que hace 4 años estaba allí, con su bombo de 7 meses. Más azúcar para el fin de fiesta. De una forma inapreciable le hice un guiño a mi rodilla: "Gracias", giré a la derecha y encaré la meta. Todavía no hacía 11 h que me había echado al agua. El pastel de fin de fiesta estaba servido...cogí mi trozo y espere a que llegaran el resto de mis invitados.

7 comentarios:

Dani dijo...

Eres un golosón...

Luis Recuenco dijo...

Enhorabuena

Me alegro mucho que todo acabara de pelicula.

La cinta rotuliana va francamente bien , pero no te pases apretando que puedes conseguir el efecto contrario

Go Up

Luis

Jaume Tolosa dijo...

Enhorabuena! Me alegro de que todo vaya tan y tan bien!!

davidiego dijo...

tanto quiste y tanta cosa rara y se arregla con una cinta rotuliana, mima tus tendones1 y dos collejas!
y una gran enhorabuena!

aja dijo...

Que pena no haber estado en esa fiesta, no soy tan valiente como tú.
Sabes disfrutar y eso se nota en tu cara.
Cuida esa bisagra :-)

Talin dijo...

¿Quién leches se comió pi porción de pastel, que cuando llegué ya ibais por la segunda tanda de helados?

MONSTRUO!!!!!!!!!

Shoogle dijo...

Enhorabuena, especialmente porque disfrutaste, que eso es lo principal