Pálmaces o las ganas de correr

Nadie (ni siquiera yo mismo) daba un duro porque al bajarme de la bici pudiera echar a correr. Todo el viernes y parte de la mañana de sábado tirado en el sofá, con el tobillo on the rocks era lo único que podía hacer. Eso y plantarme en la salida del triatlón de Pálmaces con el tobillo bien sujeto. Y así fue. Después de comprobar que el pie izquierdo entraba a duras penas en la zapatilla de la bici y mejor en la de correr me fui para la salida y me metí en el agua para culminar una de las peores nataciones de la historia. Era lógico. Apenas me he gastado 2 bonos de 10 baños en lo que va de año...y eso se nota. Más de 40' nadando y una subida a boxes, temblando para no pisar mal en la moqueta que esconde siempre alguna piedra traicionera, me dejan junto a la bici -no quedaban muchas-. Ajusto los velcros con cuidado sobre el tobillo hinchado pero que no duele y salgo camino de Atienza. Mejorable segmento de bici con bastante aire a la vuelta y pasando gente todo el rato. Intento ponerme de pie lo menos posible por no tirar mucho del tobillo que, extrañamente, no se queja de nada. Pero llegaba el momento clave: bajarse de la bici (tras 1h 43') y echar a correr. Un pequeño pinchazo al echar pie a tierra (perfectamente recogido en la foto) me hace temer lo peor. Me calzo primero la zapatilla derecha y luego, de nuevo con cuidado, la izquierda. Echo a andar, bajo el escalón del frontón cerrando los ojos y... esto aguanta. Empiezo a correr y veo que en las subidas y bajadas me molesta pero no en llano. Voy tirando, aprieto algo el paso, aguanto. Al terminar la primera vuelta se que ya nada me dejará tirado...a la pata coja si hace falta pero termino. Me voy cruzando con amigos y todos preguntan, alguno me dice que estoy loco. Después de 56' y poco de carrera entro bajo el arco de meta, beso mi tobillo y paro el crono: 3h20'07''. Contento, no por el tiempo (casi 15' más que hace 2 años) sino por haber sido capaz de echarle un par de huevos y acabar.

Ayer en casa, reposo de nuevo. El tobillo del color de la vaca de Milka pero sigue sin doler si no le fuerzo. Hoy ya empiezo a tener otra vez tobillo. Quizás no tendría que haber corrido pero, si me llego a quedar sin intentarlo me habría dolido más el amor propio.