Con la mente en el triatlón de Pálmaces de mañana he salido esta mañana a trotar un rato. Suave, por soltar las piernas. Hoy por asfalto, sin intención de grandes gestas. Era pronto pero ya empezaba a calentar el sol y opto por quitarme la camiseta. ¿Por qué coños no habré parado? Al tirar de la prenda hacia arriba se quedá enganchada por el sudor a la espalda. Esto retrasa la "maniobra", lo que hace que pierda la visión unas décimas de segundo -solo eso-. Lo justo para meter el pie en un agujero, torcerme el tobillo y, prácticamente irme al suelo. Patético...
Ahora hielo, ibuprofeno y fe. Y a esperar a que la
pelota de tenis desaparezca. Y mañana será otro día...
Dos fotos de la web del club Asamun, organizador de la carrera Boca del Infierno, que vienen a recordar por donde estaba hace una semanita...y forman parte de la terapia antiinflamatoria.
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3 comentarios:
Vaya que mala suerte... bueno confiemos en el ibuprofeno y en el descanso... aunque tú con una pata ganas a muchos
Animo, ínflate de ibuprofeno y a por el triatlon.
Pero luego no pases el antidoping, jeje
Tu eres capaz de hacerlo hasta "cojo"....Bueno que te mejores y paciencia nos contaras tu próximo TRI
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