domingo, 3 de abril de 2011
No es el mismo...
El aire fresco que te golpea la cara cuando en bici bajas un puerto ligerito. El aire verdugo que te castiga en una recta convirtiéndose en un muro contra el que empujas dando pedales. El aire caliente que cuece tus ideas cuando corres al sol justiciero. El aire que seca tu cara cuando te levantas en la arena después de nadar. El aire que empuja por detrás, silencioso y que silba después vacilón cuando das la vuelta. El aire que infla tus ruedas y el que se escapa cuando pinchas. El aire que acompaña subiendo un pico o el que lo hace cuando bajas. El aire que te llega cuando te animan los amigos o el que envías tu desde detrás de una valla. El aire que envuelve la lluvia que te moja entrenando o el aire que te seca si después sale el sol. No es el mismo... Aires. Hay tantos como momentos. Y coinciden en ser siempre irrepetibles. Hoy he vuelto a sentir aire. Un aire nuevo, distinto. Subido en la bici, por terreno fácil, hablando conmigo mismo e intentando encontrar una postura cómoda en un sillín estrecho y pequeño. Por curiosidad he mirado en los cuadernos de entrenamiento las dos últimas salidas de bici. La última fue el 20 de enero en el circuito de Montmeló (1h45' nocturnas, 11 vueltas, sin complicarme), La anterior el 13 de noviembre (2h y sufriendo mucho). Eso es lo que pone en mis notas. En la de hoy: 2h04', bien de patas, mal de culo. Aire amigo, refrescante.
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4 comentarios:
Y te lo querías perder...
Un abrazo.
Y por supuesto el aire de LA ISLA!!!
PD: ¿Pequeño y estrecho? Comprate uno de esos de Lady, y verás que comodo se va.
ese aire que pesa 21grs y que te da fuerzas y energía hasta el final...
Genial entrada.
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