miércoles, 30 de marzo de 2011

Seguimos...

Hasta hoy no había sentido la necesidad como tal de volver a correr. Si, he entrenado flojillo un par de días desde la carrera de Aiguafreda pero no sentía esa necesidad de salir a la hora que sea y por donde sea, no tenía "mono" de mi vicio, no sufría viendo que los días pasaban por mi vida y los kilómetros por mis zapatillas no. Una tarde como la de hoy es una buena dosis de mantenimiento, un chute que mantiene las endorfinas altas y listas para cuando haya que volver a la arena del circo. No ha salido un entreno rápido pero se han despejado algunas nubes que había en el horizonte y he visto con más claridad el paisaje del que formo parte. Iba tan en lo mio que extravié el camino y me regalé un bonito sendero que nadie más ha pisado hace ¿meses?. Mis piernas arañadas dan fe de lo que digo :-)

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Y tenemos recien llegado el cambio de hora. Nos roba una hora de sueño un sábado pero nos trae unas cuantas cosas buenas. Entre ellas, en mi caso, vuelta de la bici al arsenal de drogas al que estoy enganchado. Otro pieza más del tetris para hacer encajar en los huecos que vayan quedando en la pantalla que es cada semana. Tengo ganas. Dar pedales también me gusta. Y mis rodillas lo agradecen. Seguimos...

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