Yo también (o tampoco)

Primero fue Anto el que se apeó del tren (en su caso, un AVE) que iba a Donostia. Un cúmulo de situaciones que, estoy convencido, en un momento de flojera le llevaron a tomar la decisión dolorosa. Aquí no hubo lesión. Eso fue para otro amigo. Isidre apretó al máximo, jugó al límite como solo el sabe hacerlo. Todo o nada. El iba a ser, si todo salía bien, mi otro yo (o yo el suyo) por las calles de San Sebastián. Rotura de fibras; ahí es ná la broma. Fisio y reposo, reposo y más fisio... que llega rápido las temporadas de esqui de travesía, de carreras de montaña, repetir en Zegama y...otra vez Donostia pero esta vez con el apellido 2010 ¿verdad Kantu?
Y ahora yo. También me quedo por el camino. O tampoco iré el 29 a asomarme a la famosa barandilla de la Concha. Y la causa es una mezcla de las dos anteriores. Por un lado hay un tema que casi sería de lesión: el esguince no mejora. Una boda y 1600 km de coche ayudan poco ;-) Y el quiste de la rodilla parece que ha ganado un punto más con el problema del tobillo. No se, quizás sea mi ojo que me engaña pero... Y por otro lado hay un tema de coco. La excusa por la que me apunté fue para ver amigos, para compartir kilómetros, pintxos y sidra con ellos. Para echar unas risas y pegar 4 voces en carrera al cruce con los otros. Eso ahora ya será dificil. Queda por ahí Icepirineo, pero este es de la tierra y le sobrarán "oso ondos" y "aurreras" seguro. Y alguno más. De esos de "coño, no sabía que venías"...que cojonudo es encontrarse así.
Pues nada. Miramos adelante pero más allá de las navidades ya.