Re-comenzando (II): Medio ingrato

Parece que el tema disciplinario esta superado. Y que dure.
Ahora la segunda parte es la adaptación (no será re-adaptación porque nunca antes la hubo) al medio, al dichoso H2O. Ya decía mi abuelo -y me imagino que alguno más- " ¡¡Qué tendrá el agua para que la bendigan los curas!! " mientras se ponía su vasito de vino de Cebreros para comer. Parece increible que hace unos cuantos años naciera ahí la vida, de ahí venimos y parece que ahí volvemos. El calor del verano, la necesaria higiene, esa sensación que con solo 3 letras te puede dejar K.O. y, también la práctica deportiva en cualquiera de sus disciplinas. No es mi medio, lo sabéis. Me resulta incómodo moverme. Floto mal, nado peor, me hincho de cloro cada vez que me descuido...en fin, que hago "agua". Por si fuera poco, luego llega la posturita hay que perder la verticalidad para desplazarse...y no digo ponerse horizontal porque esa es una de mis grandes luchas. Con lo bien que llevo otras horizontalidades. Aquí no. Aquí la piernas se encargan de no ser la prolongación de la espalda y, pesadas como el plomo, se empeñan en hundirse. La mano derecha se cruza delante. El agua no se deja "cojer" y no consigo apoyarme en ella para avanzar como me gustaría. Algo de culebreo. ¿El recobro? Bien, gracias. En fin, un montón de cosas que estoy intentando mejorar con ayuda. Tampoco todo es malo. Antes era capaz de hacer 30 m por largo en una piscina de 25. Os lo aseguro. Ahora he descubierto eso de que la distancia más corta entre dos puntos es la recta también en la piscina. Si de este golpe no funciona...me compro tres bolitas y a darle a la petanca ;-)
Os voy contando...