El norte me sienta bien. En el norte me siento bien. Aunque el aterrizaje en Donostia fue un poco movidito por el temporal, una vez en tierra disfruto de cada bocanada de aire, de cada paso que doy, de cada pintxo que tomo, del verde por todas partes.... Había metido, como siempre, en la maleta los trastos de correr pero el temporal no me dejo salir a trotar por la Concha. Una pena. Después de toda la mañana currando por la tarde teníamos que visitar los dos cubos del Kursaal (en octubre tenemos el congreso nacional allá mismo) y, de paso, fuimos testigos de los estragos de una pleamar "con dos cojones" sumada a un temporal con olas de libro Guinness. Se notaba que la noche había sido movidita y había calles y zonas de playa cortada. El mar entraba río arriba durante un largo trecho. La playa de Ondarreta casi desaparecida y la famosa valla de la Concha saltó por los aires. Impresionante. No había vuelto a San Sebastian desde que corrí la maratón en 2006 pero, caminando por los alrededores del Anoeta, cruzando el puente del Kursaal y mirando al Igueldo desde los tamarindos que hay junto al ayuntamiento tuve una visión y me vi de nuevo allí, este año dándole a las zapatillas. Ahí, queda pues, otro objetivo para este año.
foto archivo: yo (973) en el maratón de 2006 - en blanco y negro porque es pirateada de la web oficial-
2 comentarios:
Menos mal que no te ha dado por ojear una Desnivel, que si no te plantas el K2 como objetivo para este año
Si no fuera tan caro ir al Himalaya ya le habría pegado un muerdo...b-Ban
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