Semana 15 preLZ

Joder, que calorcito que hace por Alemania. Pero del bueno. De ese que desencadena en las mujeres la hormona que rige el cambio de ropa en el armario. De ese que te pilla con manga larga y te deja doblao y con los sobacos como Camacho. De ese que justifica una enorme cerveza alemana después de una carrerita como la de esta tarde...
A las 4 sonó sin piedad el despertador. Me juego el tipo con la cuchilla de afeitar y arreando para el aeropuerto. Cuando me empiezo a enterar de que va la copla estamos en Marburg. Un bonito pueblo no muy lejos de Frankfurt pero muy lejos de casa. Aunque allí llueva y aquí haga sol. Lo de dormir fuera de casa no es santo de mi devoción. Para nada. Si hay que madrugar, se madruga. Si hay que llegar tarde por la noche, se llega tarde. Pero la sensación esa de meterse en tu camita por la noche, el gustirrinín de girarte y que este Anna al lado, incluso el despertarte con un ligero llanto de Alba que cambia de postura en la cuna...eso no lo iguala ni el mejor hotel. Coño, ya me estoy quejando otra vez. ¿Pero esto no era un blog de deporte?
A lo que vamos, la semana 15 preLZ pasa a engrosar la lista de las de casi 10h ( han sido 9h30'), dentro del grupo de las de hasta el jueves nada -de nadar en la piscina- y luego a destajo el fin de semana. Así estaba yo hoy, que he salido a correr y he estado 1h30' yendo a "a comprar el pan".
Repartido en las 3 disciplinas queda así:
Nadar: 3x45'= 2h15'
Bici: 2 salidas que suman 6h15' ( y aquí saco pecho por la escalada a La Covatilla)
Correr: una miserable hora, rapidito eso si, pero mu'pobre.
Mañana descanso forzado (por reunión de sabios todo el día) y el miércoles si sale bien todo repetimos carrera y si no... seguimos descansamos para Arrigorriaga.