domingo, 25 de septiembre de 2011

Algo te llevas, algo dejas.

[...] Dolor. Dolor por un gemelo dentro del cual, ahora lo sé, se han roto un puñado de fibras en una bajada salvaje y descontrolada para no lastrar a un grupo de 3 que, amenazados por el 4º, corre hacia meta. Dolor por tener que dejar irse, a pesar de no querer hacerlo, a tus dos compañeros de viaje trás más de 10 horas trotando juntos. Dolor con sabor dulce por haber llegado hasta ahí, pero también con sabor amargo por caerte con el final a tiro de piedra, a solo 6kms de meta. Dolor por tener que parar, del todo, y empezar de cero. Camina, trota, camina. Pruebas distintas formas de pisar y encuentras la que te duele menos. Vuelve a trotar. Si bajas pisa de puntera, si trotas, de lado. Subidas ya no quedan. La cara de la foto lo dice todo. Duele. Nunca había dolido tanto. Y hace llorar. Esta vez para dentro. Es la mezcla más lacrimógena que hay: dolor físico mezclado con rabia. Y un punto de despecho[...]
Lo de antes y lo de después, mañana en Demonfit

3 comentarios:

davidiego dijo...

Y lágrimas de alegría tqmbién, no?
Enhorabuena!

tonicendon dijo...

Ya sabes lo que dijo la chica esa al ser finisher "el dolor es pasajero el orgullo para siempre"

david dijo...

Cuidate chavalote, y que te quiten lo bailao.
15 dies i com nou.
Fins aviat.