jueves, 14 de abril de 2011

La miel y la bocalasno

1ª cucharada: Si quiero nadar antes de poner en marcha la maquinaría diaria laboral-familiar tengo que levantarme a las 6, arrastrarme por la acera durante 12' y ahogar las legañas en cloro fresco. Arrodeao de pensionistas sin prisas que, si no ha habido fútbol la noche de antes, cada mañana arreglan el mundo en el vestuario. Unos cuántos largos después, mirando de reojo el reloj, paso por la ducha y mientras me cambio llegan los que comen miel. El asno arranca el día. .


2ª cucharada: Salgo de casa cada día a eso de las 8, a currar claro. Antes de parar a echarme en el deposito gasolina sin plomo (cortadito largo de café con leche fría) ya me he cruzado con algún ciclista que rueda féliz con los primeros rayos de sol. Miel. Yo no le pongo azúcar al café, no me amarga. Pero reconozco que cambiaría mi coche por su bici, mi cortadito por su bidón de agua y mi corbata por su casco. Pa'otra vida !


3ª cucharada: Sonríes cuando te escaqueas de comer para entrenar (que si estoy con la paleodieta, que si ya he picado algo a media mañana, que si me apetece estar a mi aire...). Llegas al parking que toca. Tu coche se convierte en la cabina de Superman. Entras de corbata y sales de corto. A correr... Anda otro que corre, y otro, y otro... Pero si donde mi coche solo hay motos. Ah, claro que estos no se han escapado del curro. Estos han venido a entrenar. Y seguro que luego comen (yo lo dejo para mañana). Me pasa un panalito dulce por la cara. .


Y a pesar de todo...no me disgusta ser asno porque también tengo mis ratitos de miel ;-)

3 comentarios:

Fer dijo...

¡Bravo!

davidiego dijo...

y lo que disfrutas...?
:D

Jaume Tolosa dijo...

Muy bueno, como siempre.
Algo comeras, aunque sea en el coche de vuelta al trabajo, no? Yo hago lo mismo siempre que puedo!