Las semanas pasan rápido, muy rápido...como si estuvieramos haciendo series de vivir.
Da vértigo.
Hace 7 días ya que estuvimos en Andorra y, sin conseguir todavía filtrar y ordenar todas las emociones de la mezcla amigos+nieve+montaña ya estoy a punto de colgarme un dorsal en el pecho. Si. Mañana correré la media maratón de Granollers (ya sabéis: una al año) con mucha ambición que, por unas cosas u otras, no lleva detrás todo el soporte de entrenos que debería. No importa. Lo que salga, bueno será. Yo a apretar y punto. Tengo claro que el asfalto además de muy desagradecido es a la vez tremendamente injusto y una carrera de estas te puede devolver las horas de esfuerzo -muchas o menos- en forma de sopapo o de caricia. Todo en esta vida no es un punto aislado sino una trayectoria proyectada.
De la salida a la meta pueden pasar de todo y quiero que todo sea bueno. Veremos. Porque también quiero notar como arden las piernas a medida que pasan los kilómetros y quiero sentir en la boca ese sabor a esfuerzo y lucha. Esa sensación de oidos taponados y ruido sordo de personas entre la que te has colado para regalarte un rato de castigo. Y cuando pare el crono mirar alrededor y ver más gente de corto con 21 kms-y-algo grabados a fuego en la cara, moviéndose como zombies por la zona de descanso, que no intercambian palabras porque no salen y las sustituyen por abrazos y sonrisas a todos los que les rodean. Salud !
5 comentarios:
esas zapatillas saben correr solas, así que fuerza para seguirles el ritmo.
bonito lo de hacer series de vivir.
mañana una de asfalto...
una al año no hace daño...
hasta mañana!
Lo que no salga del entreno, saldrá de tu fuerza interior. Seguro.
Animos para el domingo!
Elena
A disfrutar sufriendo o a sufrir disfrutando, da igual ya que aprendiste a disfrutar del sufrimiento y suerte con el crono para que te sepa mejor ese disfrute al finál.
1h 19 m de sensaciones, enhorabuena
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