Sumando otoños

Se despertó como un día más. Anclada en una rutina solo quebrada cuando el nido en el que descansa esta en otro árbol. Hecha un ovillo, en un rincón de la cama, intentaba retomar el sueño donde lo había dejado cuando me acerqué a ella. Besé su carita y susurré algo al oido. Un giro rápido y un abrazo me pillaron tan de sorpresa que todavía a estas horas me enñoñezco de pensarlo. Nerviosa, acelerada, emocionada, más despierta que nunca iba y venía sin poner especial cuidado en lo que hacía -esto la hace más peligrosa de lo habitual ;-) - mientras a srobos se bebía el colacao y nuestra paciencia. Un día como hoy puede ser para vosotros algo normal, un viernes más, otro 11 de diciembre. Para ella no. En el salón hay dos largas guinarldas de flores y globos. En la nevera sandwiches de jamón y queso. Detrás de un bizcocho de chocolate y lacasitos que ha hecho con mami, en la despensa patatas fritas y ganchitos, en el cole casi una docena de niñ@s con las pilas puestas. En su mesita de noche un MickeyMouse de cera abrazado a un 4 ....

En mi recuerdo todo comenzó con una salida en bici frustada por un "creo que he roto aguas" de madrugada. Desde ese momento todo ha pasado en un suspiro, en un abrir y cerrar de ojos, en un siesonoes. ¡¡ Qué pasada ser padre !!