A jabalí pasado...

Esta ya lejos en el tiempo pero fresco en el recuerdo. Como todo lo que deja buen sabor de boca y nos negamos a aparcarlo en el garaje del olvido. ¡¡ Qué sabio es el instinto !!

Un sábado de agosto, el día 8 en concreto, parece buen día para cualquier cosa menos para dejar el rinconcito fresco de Avila donde paso el verano y acercarme a Aranda a correr un triatlón. Pero esta es una de las ventajas que tiene inscribirse a las carreras unos meses antes. Lo tengo claro: si me hubiera tenido que apuntar el día de la carrera me hubiera quedado en casa, modo ahorro y con alguna salida de bici por las carreteras que suben y bajan por Gredos. Y eso que tampoco era una prueba cualquiera. Era el Jabaliman. La única prueba que no había acabado (a fecha de hoy), la cuenta pendiente, el círculo sin cerrar, la casilla sin la "X"...

De la carrera poco puedo decir porque se me pasó en un suspiro, casi sin enterarme. Lo único atípico fue el parcial bestial de bici que cuajé. Salí allá por el 63 del agua y me bajé a correr el 11º. En la carrera a pie mantuve el puesto durante los 20 km y acabé contento en 4h16'45''. No tiene mérito lo de la bici porque desde mediados de junio es lo único que entreno. Y tampoco la carrera a pie donde, después de casi 2 meses sin correr ni un metro, tengo claro que vivo de las rentas. Lo que si es digno de mención es el homenaje gastronómico que nos pegamos luego a orillas del Duero, en una comida genial de hermanamiento donde no faltó de nada. Yo saldé mi cuenta pendiente aunque este jabalí era el hermano pequeño de aquel bicharraco de hace 2 años, pero si se vuelve a cruzar en mi camino el grande (¡¡ojalá que si!!) volveré a echarme al monte con toda la equipación porque... ¡ a mi este es el tipo de pruebas que me ponen !