Buen tiempo

Sales a la calle tranquilo. De paisano. A dar un paseo. El pueblo está abarrotado de gente y eliges la opción campo. Hace un día increible y, mientras el sol te calienta por fuera, la sangre te empieza a hervir por dentro y los pies se te escapan. Hay barro y evitas los charcos pero, embobado, con la vista perdida en la sierra de Gredos nevada metes el pie la primera vez. Hasta el tobillo. Ahora ya está. Comienzas a trotar suave. Sol y sombra mezclados e igual proporción que sierra llana y pinar. Los pantalones largos no son lo mejor para correr pero ¿por qué perder la oportunidad? El ritmo va creciendo, sin darme cuenta. Giras y buscas un repecho duro para andar y frenar las ganas de correr. Pero andando te aprietas igual o más que a la carrera. El polar es fino pero ya te sobra hace rato. En el punto más alto paras y haces un 360º. Estoy solo. Hay nosecuantos millones de personas en el mundo y nadie se ha dado cuenta de lo increible que es este sitio. ¡¡Que suerte!!
Desbocado ladera abajo ya no hay agua en los prados, ya no hay barro en los caminos, ya no hay más que yo y mi "vicio"...soy el dueño del mundo :-)