Al revés que todo el mundo. Subiendo por donde todos bajan y destrepando por donde la mayoría sube. Bien decía yo que me cruzaba con muchos y no pillaba a nadie. Metido ya en el fregao de subir la tartera te enteras de unas cosas...
Un paseo agradable con un poco de todo que mezcla olor a pinos y polvo de piedra suelta. Raices traidoras y piedras gastadas por el pisar pero rayadas por los bastones. Cuervos. Pasos aereos imponentes y canales sugerentes.
No se como será al revés pués me estrenaba en este pico. Según me dicen fue la opción más...complicada. Yo disfrute como un enano con este aperitivo montañero y con un fin de semana a los pies del Pedraforca.