Seguimos aprendiendo

Para todo hay una primera vez. Y, en las primeras veces, ni todo lo que duele es malo ni lo que da placer es bueno. Nunca me había retirado de ninguna prueba, nunca pensé que lo haría por algo que no fuera físico...y me equivoqué. Podría buscar mil excusas pero ninguna me convencería. Solo quiero volver a estar en la línea de salida el año próximo para demostrarme a mi mismo que mi cabeza es mucho más fuerte que lo que fue el sábado. Esta es, a grandes rasgos, la historia. Que cada uno saque sus propias conclusiones, yo ya he sacado las mías:
Es un lujo poder correr pruebas de LD solo 40 personas. La esencia pura del triatlón con tintes de aventura esta en el ambiente. En la linea de salida estábamos todos como la familia numerosa que se va a pasar el día al campo. Diego, el organizador y un participante más, explica el circuito de natación desde el agua antes de que den la salida. Dos vueltas sin codazos, sin golpes, nadando tranquilo y saliendo en menos de una hora del agua (hasta me dio pena que se acabara). Una transición tranquila y a dar pedales. El circuito de bici no lo podría describir mejor que lo habían puesto en la web. Carreteras con asfalto de velcro y trazado revirado mezcladas con zonas de toboganes con viento de cara más o menos al 50%. Zonas rápidas y otras menos rápidas. Puro sabor de Castilla en los pueblos por los que pasamos. La cosa no podía ir mejor de sensaciones hasta el km 75. Pinchazo. Paro, cambió cámara y salgo. Pinchazo. Paro, cambio cámara, reviso y veo que la cubierta esta rajada. Joder, se acabó la carrera. Decido que me retiro. En verdad me veo obligado a abandonar. ¡¡ No puedo echar a correr con la bici al hombro más de 30 km !! Si hubiera sido más cerca de boxes.... Me quito el casco, el dorsal y me siento en la cuneta. Va pasando gente; prefiero no mirar. Cuando la sangre vuelve a correr por la cabeza se me ocurre poner un trozo de cinta aislante -no digo de donde la saqué- por dentro de la cubierta. Hincho la rueda poco, poquísimo (no creo que llegara a 6) y voy tirando. He estado 40' parado y solo quiero llegar a la T2 para retirarme. Pero en boxes no me resisto a ponerme las zapatillas. "Venga corro una vuelta para conocer el circuito para el año que viene y lo dejo", pienso. Desde que salí a correr voy bien de patas (nos ha jodido, con el descansito que he hecho en bici...) pero tocao del tarro. Todo el rato me voy preguntando "¿Para que coños sirve dar una vuelta?" Y no encuentro respuesta. Tampoco se porque al final acabé dando dos, la segunda mucho rato andando, sin ganas, sin nada de nada. Y al paso por meta de la segunda de cuatro me quedé.
Buenas vacaciones a todos. Yo empiezo mañana.

El Hombre y la Tierra

Con los pies metidos en el agua busco a lo lejos la boya de giro. Estiro el brazo, cierro el puño y juego a tapar el sol con el pulgar. Hace calor. Son casi las 11 de la mañana y esta a punto de empezar la cacería. El grupo de monteros no es muy numeroso lo que me ahorrará golpes en el agua. Empiezo mis vacaciones persiguiendo a un jabalí virtual. Me gusta. La prueba sabe a aventura y a desafío. Nadar sin olas y sin sal no se si es mejor o peor, es nadar al fin y al cabo. Suena la bocina y nos echamos al agua...
Los jabalíes (jabalines que decía mi abuelo) son unos anímales curiosos. Se suelen mover de noche y son bichos de costumbres. Les encanta revolcarse en los lodazales y, se comenta que, si además les vacías una lata de gasoil en el barro vuelven cada noche a su particular spa. Tienen sus caminos, van y vuelven por sus senderos, abiertos a base de pasar y pasar por el mismo sitio cada atardecer. Después del baño de barro se rascan en los robles cercanos para desparasitarse. Los que saben de campo te calculan el peso, en arrobas, del berraco en cuestión por la altura a la que deja la mancha de barro y pelo en el tronco del árbol. Son huidizos, esquivos, pero si están heridos se vuelven agresivos y hasta plantan cara.
Y después de este capítulo de El Hombre y la Tierra solo queda esperar al sábado, bañarnos en la "charca", abrir nuestro propio camino con la bici y enseñar los colmillos en la carrera a pie a todo aquello que se ponga delante de nosotros para convertirnos en los primeros Hombres-jabalíes. Grrr, grrrr, grrrr... ¡¡¡ si lo se no me depilo !!!

foto: personajes famosos en Galarleiz

Bambi y la civilización

Perros, gatos, conejos, urracas, pajarillos varios, erizos... en las salidas en bici te puedes encontrar toda clase de animales que no han tenido mejor suerte que una rueda ( o dos) les hayan pasado por encima. A veces es un golpe con un parabrisas o incluso el casco de algún motorista. Triste. No entraré en detalles. Pero ayer se superaron con creces este tipo de encuentros a los que nunca me acostumbro. En una cuneta, a medio camino entre 2 poblados de poco renombre, con síntomas claros de llevar allí unos días había un pequeño venado víctima de algún choque contra algún vehículo. Que pena. Seguro que cruzó por donde tantas veces antes lo había hecho ya, o si no él al menos sus compañeros. Pero esta vez había algo que no estaba las otras veces. El resultado del desigual encuentro estaba claro cual había sido. Se me pusieron los pelos de gallina. Por el pobre animal y por pensar lo frágiles que somos también los que vamos subidos en una bici. Mucho cuidado todos los que andáis por ahí dando pedales y un poco de paciencia a los que van al volante. Ni los primeros estamos corriendo el Tour ni los segundos en Fórmula 1. Ni yo soy Alberto Contandor ni tampoco Fernando Alonso. La imagen de ayer me dejo tocado. Lo reconozco.

Ampollas

Decía el viejo chiste (contado tiene más gracia que escrito) que entra un tío en una farmacia y pregunta ¿Hay ampollas?. El farmacéutico, que era un graciosillo, tira de inglés cutre y contesta: Yes, you are.
Púes si, si que las hay. Talón izquierdo. Parte exterior. Ayer noche apliqué mis paupérrimos conocimientos de cirugía -reducidos a lo que da de si la matanza del cerdo que hemos hecho siempre en casa- y procedí al vaciado y desinfectado de la bullofa en cuestión. El modus operandi siempre es el mismo. Desinfección de manos con agua y jabón. Tijeritas de viaje y betadine a discreción. Se limpia la zona, se corta sin pena, se aprieta para vaciar y chorro de yodo por el agujerito. Intentar dejar al aire todo lo que se pueda e ir desinfectando 2/3 veces al día. A los 2 días corto la piel para que seque del todo y regenere. A los 5 días, todo vuelve a la normalidad...que buen cirujano se ha perdido la ciencia. Lo más divertido de todo, pensaba yo ayer mientras estaba en el ajo, son las posturitas que uno adopta para todo el protocolo. Retorcido como una anguila, buscando la postura cómoda pero con buen acceso, nos lleva a probar de todo: en la cama, en la bañera, en el sofá. Esto si que es echarle imaginación y no el autor del Kamasutra ese.
Lo que todavía no tengo muy controlado es la causa: un pliegue del calcetín, la zapatilla, el agua que no te bebes y cae pierna abajo, etc. pero seguiremos investigando.

.

Para las estadísticas: Clasificación Oficial Galarleiz: 3h38'02'', pto 42 ;-))

Galarleiz: 3h 38' 08''

P'al bote. Me he pasado por entre las patas los montes de Ordunte. No ha sido fácil porque me he apretado demasiado al principio y entre eso y no parar a comerme un plátano, casi me doy de morros con un pajarón que sobrevolaba la zona de Kolitza.

Os cuento: el día amanece nublado pero ya se veía que el sol ganaría la batalla y el día abriría. A las 8:00 h despedimos a los andarines ( ahí van Manso&Monje asociados, de vaselina hasta las cejas para que nada roce). Leral y yo echamos un cafetillo, él pensando en las fotos y yo en el recorrido. A las 9:30h dan la salida y echamos a correr. Buenas sensaciones y rapidito, antes del km 4 ya estamos subiendo al Zalama y empieza el subeybaja característico de esta carrera. Las subidas se trotan y las bajadas...uff, las bajadas. No son destrepes, ni saltas de piedra a piedra, ni siquiera están embarradas. Son bajadas del tipo de esas carreras donde tiran un queso rodando y...marica el último. En el km 10 algo más de 56' y la maquinaria bien engrasada. Seguimos para arriba y para abajo. Ni un llano. En el km25 algo me dice que afloje y en el km30, subida a la ermita y momento de crisis. Un poco después me junto con los andarines, charlamos un momento y me despido de ellos hasta meta. Otro repecho y última bajada. Aquí es donde murieron las 2 uñas que hoy avisan en mis pies de que no llegaran a fin del verano. Abajo en la campa se ve el arco de meta; recta final por pista de zigzag y entrada bajo el arco con la sensación que me sobraban los 5 últimos kilómetros. Contento con el tiempo y con el sitio. Entre los 50 primeros, muscularmente no estoy mal del todo - a ver mañana- y pensando ya en el Jabaliman del sábado que viene. ¡¡ Show must go on !!

No son horas...

No son horas pero... ¿para qué? Decía el experto del grupo que hay algunas cosas para las que siempre es buen momento y, seguuuuro que pensaba en sexo (con alguien me refiero, nada de amor propio). ¡¡ Vamos, le conocía yo como si lo hubiera parido !! Y lo bueno es que encima tenía razón, que no estaba el tema para desaprovechar ocasiones. ¿Para unas cañitas? También, también. Qué con este calor esta uno tentando a la deshidratación a poco que se descuide. ¿Y para estar aporreando el teclado en la oficina? Ni de coña, eso es pecado mortal. De los de verdad. Para que te quedes ciego o se te llene la cara de granos, como decía el padre Jose María. ¿Y pasarle un trapo a la bici? Einnn, pero si esta reluciente. O casi. Además esta todo ahora de polvo... Total, es pisar la carretera y se ensucia. ¿La compra? Si, esta noche hago la lista y mañana voy. O sino pasado mañana que es sabado y toca descansar para el domingo. Bueno, valorando opciones solo quedan dos. Descartada la primera por falta de contrincante decidimos los presentes por unanimidad y sin discusión la opción de las cañitas. Toc, toc. Se levanta la sesión que empiezo a ver nublado. ¿ Hasta mañana !
.

Puesta a punto

Tarde de sierra. De correr por el monte. Regreso a la Pedriza. ¿Dónde se va a estar mejor que aquí?, se oía ayer en el parking junto a la barrera de entrada. Y razón no les faltaba. A pocos días de correr en Galarleiz la gente empieza a afinar la maquinaria, a engrasar los engranajes y es que, el que más o el que menos, todos tenemos un objetivo en nuestra cabeza. ¿O es en nuestro corazoncito?. Si, el mismo músculo ese que ayer se puso a más de 175 ppm mientras su dueño apretaba el culo senda arriba, intentando que Pedro no saliera del campo de visión. Peleando para que mis zancadas más largas compensaran las suyas, más cortitas pero mucho más rápidas. No hay forma, sube saltando, como si no le costara. Apenas parece que avance y, cuando te das cuenta... ¿coño, dónde esta?. Menos mal que no me fuí con el grupo de los miles en cuesta. Luego llegas a la pista, recuperas la respiración trotando, y por la zona "del retén", bajada entre pinos hasta Canto Cochino. Insisten de nuevo, ¿donde se va a estar mejor que aquí?. Pues si, mucha razón. El fin de semana nos veremos otra vez en la campa de Galarleiz o en la recogida de dorsales o en la salida el domingo. Y a pasarlo bien...

No da para más...

El fin de semana pasó, y pasó rápido el cabroncete, dejando un agradable regustillo de otros tiempos no tan lejanos. La cruda semana del currante-viajero servirá para acabar de digerir los buenos momentos que, por la velocidad con la que han ido pasando, no se han podido disfrutar tal y como merecen. Estoy seguro que el atracón de familia, amiguetes y deporte me durará un ratillo más que lo que tarde en escribir esto. El sabado fué día completito de playa por la mañana y carrerita por la tarde. Desde el Garraf hasta Collserola, desde la orilla del mar hasta los pies del Tibidabo, desde el salado sabor del agua del mar hasta el salado sudor del trota con Barcelona a mis pies. Total nada. Y el domingo, después de desmontar el trono de Alba de la bici de montaña, salida con amigos con parada a desayunar en Can Coll. Fue como una vuelta atrás, a los comienzos en esto de dar pedales. Algunos de los de siempre, otros nuevos, alguno no puedo venir. Solo el esfuerzo de la gente por estar allí para rodar un rato juntos me hizo sentir el tio más importante del mundo -a veces tengo la sensación que no me merezco los amigos que tengo- Un buen rato de bici, unas cuantas risas, actualizar proyectos y aventuras alrededor de unas butifarras y vino con gaseosa...es como si por un momento se parara el mundo solo para nosotros.

De montería

Me he liado yo solo. Todavía no se como voy a quedar de perjudicado después de correr el 22 en Galarleiz y ya tengo apalabrao el sabado siguiente. Me voy de montería. Al Jabaliman, primera edición. El espiritu de aventurilla que respira la prueba me atrae bastante. La chuletada de después también. Apoyar una prueba que arranca es otro motivo. Y ¿que mejor forma de empezar las vacaciones que con un calentón de estos?. Intentaremos dar caza a la pieza de la forma más digna posible, nadaremos en pantano de esos de agua calentita por arriba y congelada por debajo, rodaremos sin drafting por carreteras de infernales toboganes donde no se conoce el asfalto liso y, lo mejor de todo, correremos por carretera y campo subiendo y bajando. Todo con bastante calorcito y, según el número de inscritos, mucho rato en soledad. ¿Qué más se puede pedir? Qué nos dejen hacer chorizos luego con el berraco...o a él con nosotros.

Desayuno: 142 €

No lo encuentro. Por mucho que busco y rebusco no encuentro sentido. Seguro que hay una oculta razón detrás, algo que a mi se me escapa, un porque, una respuesta a tanta mala hostia. Yo soy espabilado, a veces hasta doy el pego y parezco listo. Pero esto se sale de mis simples esquemas cerebrales. Soy capaz de comprender como funciona todo el tema de las bolsa roja, la verde y la azul en un ironman. Puedo correr por el monte levantando la cabeza de vez en cuando y no suelo perderme, incluso nadar de boya a boya sin hacer muchas eses...pero ¿por qué coños tengo la sensación de que la grúa municipal es solo una forma más de recaudar? ¿Un servicio del ayuntamiento? ja,ja y ja. Vale. El coche estaba mal aparcado porque estaba subido en la acera. No molestaba a nadie, no impedía a la gente salir de ningún portal porque no había más que un solar al lado, ninguna salida de parking tapada. Nada de nada. Estaba donde muchas, muchísimas otras veces le he dejado yo. Yo y cientos de personas más. Pues anoche, a las 3:21h, alguien no tenía nada mejor que hacer y se llevó el coche para el depósito. Juró que lo dejé a media noche y que a las 7:30 ya estaba allí. Solo el triángulo de pegatina naranja. Solo eso y una mala hostia dentro que no me ha dejado en todo el día. Me ha tocado. Esta vez me han jodido. No quiero ni saber donde irá este dinero. A partir de aquí el día solo podía mejorar...

Tarde pedricera

Ayer trote divertido por La Pedriza. Había quedado con Luis para echar un ratillo y contar cuatro chistes malos, pero una mala pisada le devolvió para el coche antes de la media hora. Una pena porque se perdió un buen rato de carrera fresquita entre pinos, otro rato de saltos entre canchos y una bajada a muerte con 2 tropezones entre medias de 8 ó 9 padrenuestros atragantados. Yendo solo todo vale para llegar entero. Es impresionante. Soledad total. Pasado el cruce que lleva al refugio Giner y hasta volver allí ni un alma me encontré. Merece la pena escaparse, pegarse un chute de sierra y dormir luego con el cansancio en el cuerpo después de una buena ducha y mejor cena. Saliendo del parking junto a la barrera, por la senda hasta Canto Cochino, toparriba hasta la base de la pared Santillana y por detrás a machete topabajo. Cerramos bucle en puente de madera en prado Pelucas y en 2h largas dentro del coche otra vez. Pilas cargadas, patas cansadas y sms al pupas. Parece que no hay que amputar ;-)

¡ Paellita rica, rica !

En no me acuerdo que número de una de las calles paralelas a la vía Julia, en Nou Barris, vive un amigo de hace muchos años. Cuando yo aparecí por Barcelona -a lo Paco Martínez Soria- con una mochila al hombro, allá por mayo del 96, coincidimos de novatillos en la misma empresa. Crecimos juntos a base de contratos prorrogables durante 3 años. Los dos pasamos de estar en la puta calle a estar fijos de la noche a la mañana. Durante unos cuantos años compartimos, además de 8 horas en el tajo, la afición por las bici de montaña. El me aconsejó en la compra de mi primera btt y me enseñó los rincones de la sierra de Collserola y de otros muchos sitios. El trabajar en turno de tarde nos dejaba muchas mañanas para dar pedales. Además de algunos fines de semana con el grupillo de Angel, Agustí, Mariano... Mi hermano de Barcelona, como le digo yo en broma, ayer se marcó una paellita que quitaba las penas. A golpe de Fórmula 1 primero y Wimblendon después fueron cayendo cervecitas, la paella y hasta unos chupitines que me dejaron como anestesiado de todas las penas. Ni Alonso ni Nadal hicieron sombra a los mejillones, langostinos y demás fauna. Ratos de esos buenos, de revivir tiempos, de recontar chistes malos, de aburrir a las parejas y que terminó, como no podía ser de otra forma, con algo de mecánica de terraza y unas pedaladas con los retoños a bordo por el carril bici.

(foto de archivo, 2003)

Como de novios...

...pero al revés. De fin de semana para Barcelona. A ver a mi(s) chica(s). Con una cosilla en el estomago que, mira tú, en otra ocasión podría haber sido hambre pero hoy son como nervios. Una semana de curro y bici, de sol y soledad, de tardes de entreno pero de cenas aburridas, sin cambiar ni un pañal ni besines de buenas noches. Va ya para 4 años cuando hacía el viaje al revés. Tarjeta platino me dieron los de ALSA de las veces que venía e iba a ver a my, entonces, novia. Tardes de viernes eternas en la A2 con discman, libros, pelis de video y anónimo compañero de asiento. Noches de domingo de difícil dormir sentado, llegando a Sants con el tiempo justo para pasar por casa ducharme y tirar para el curro. Joven y atontao que estaba uno. Y lo mejor de todo es que sólo se va pasando, año a año, lo de joven. Porque atontao (enamorao, para el que no me siga) sigo estando. Si, si. Tú, que tengo como un come-come dentro que solo se me va a pasar cuando les pegue un achuchón a la(s) moza(s). La jodía muchacha me chantajea por teléfono con un "hola, papa guapo" cada vez que llamo. Y la madre....la madre cada día más completina . Que bien le sienta el aire del mar... lo que os decía atontaito perdido. En un rato voy tirando.

Experimento sin gaseosa

¿Cuándo? Ayer tarde. ¿Dónde? En una carretera secundaria entre Guadalajara y Madrid. ¿Quién? Yo mismo. ¿Qué? Rodando acoplado con viento de cara veo a lo lejos otro ciclista. Aprieto los dientes y me voy a por él. ¡¡ Picaoooo !! Cuando le paso, saludo con la mano y me sonrío. ¿Qué piensa él? Joder con el gilipollas este. En cuanto llega el Tour la peña está como desfasada. Y, ¿donde va sin bici? Si es que hay cada un por ahí suelto. ¿Qué pensé yo? -una vez recuperado el pulso y trás mirar hacia atrás y ver que había puesto tierra por medio- si este tío supiera que estoy preparando un maratón alpino pensaría que estoy imbécil pegándome estos apretones en bici. Bueno, lo va a pensar de todas formas. Y entonces llegó la idea del experimento: aprovechando que puedo pegarle a la bici por las tardes sin remordimientos familiares, ¿por qué no probamos que tal sale Galarleiz cargando volumen de bici y calidad a pie? A simple vista, no tiene ni pies ni cabeza, pero...de momento esta semana llevo 2 tiradas largas de bici (más de 2h30') y una a pie. Voy a intentar meter una más de bici hoy y otras 2 de carrera -técnica y potencia el fin de semana- más una cortita de btt con muchas cuestas. La semana que viene lo mismo. Venga, se admiten collejas. Es que no me pueden dejar solo...

.

Achicharrao

Ayer lo entendí. ¿Sabéis de donde viene el término achicharrao ? Lo que significa lo tengo claro, pero lo que ayer tuve fue una visión del origen etimológico del origen de la palabra. Uff, parece que todavía me dura el calentón. Resulta que después de trabajar tiré para casa con idea de darme un garbeo de 2 horitas al trote ligero, cojiendo fondo para dentro de 15 días. Como ya se mascaba en el aire la caló me eché sobre los hombros el Camelbak con unos 3/4 l. de agua fresquita -que por cierto, duró fresquita lo que yo en empezar a sudar- y deje en el congelador 2 Mahous 5 estrellas ;-)
Y al campo, a pisar el polvo del camino, a sudar... media hora más tarde lo único que había en muchos metros a la redonda eramos un concierto de chicharras (miles de ellas) y yo. Achicharraito perdido, rodeado del cre-cre-cre-cre-cre ese, a unos cuantos grados de temperatura y corriendo como si llegara tarde a algún sitio. Las sombras se vendían caras por la zona por lo que la vuelta se acortó a 1h30'. He de reconocer que la visualización de las cervezas fresquitas y un atajo que yo me sé ayudaron a tirar para casa y pegarle un buen corte de manga a toda la fauna chicharril que me rodeaba. Ya en casa tomé la sabia decisión de repetir otro día la tirada de 2h, eso si, saliendo después de las 8 de la tarde y acabando en penumbra. Lo que repetiré es lo de dejar cervezas enfriando. Y hoy algo de bici, que da más el aire.

Rodríguez vigoréxico

Buscaremos el lado bueno. Qué, como todo en esta vida, digo yo que lo tendrá. ¿Qué no? Si hombre, si. Nena y madre en Barcelona y el tío solo para Madrid ayer tarde. De Rodríguez que dicen. Y como uno no se dedica a perseguir suecas ni a tirar de antiguos ligues para pasar el rato... que me perdonen Pajares y Esteso por romper la tradición. Pues nos ponemos a ello, si el poco agradable y sin gracia curro veraniego lo permite vamos a machacarnos bien en las próximas tardes. En lo que bici y monte se refiere, claro. Incluso he pensado retomar algún ratillo de escalada. Anoche en casa estaba uno como perdido. Esta mañana ducha y afeite sin preocuparse por los decibelios. Nadie se quejará si se me cae al suelo la percha o si taconeo más que Joaquín Cortés. Una pena. Porque uno se ha hecho a vivir en manada y...la verdad, se echa de menos. La cuna vacía, la cama vacía, la nevera todavía llena. Pero esta tarde, vive dios, que me pego un garbeo en mi bici de los buenos. Hasta que casi no se vea. Y luego ducha, cena de soltero con cervezas y pal catre. Y el abrazo del oso amoroso esta noche para la almohada. Veis, ya he encontrado el lado bueno. Pedales por pañales.